Los críticos de DO no piensan volver “ni de coña” a un hipotético gobierno de coalición de Jácome con el PP. Es el runrún de los últimos días. El PP volvería al lado del actual alcalde, pero solo para dar una estabilidad que precisa también de los cuatro críticos para tener mayoría absoluta. Jácome, que públicamente decía que nunca formaría un gobierno con los críticos, su única línea roja, parece no pensar lo mismo en privado. No le importaría tenerlos de su lado. Su ex mano derecha, Miguel Caride, confiesa no haber vuelto a hablar con Jácome, pero reconoce que “por otras personas, me ha llegado la intención de Jácome de que me sentara a hablar con él, pero sería lo último que haría. Y menos después de todo lo que ha dicho de mí y de los míos sin una disculpa pública jamás”, apunta Caride. Cierra la puerta, igual que María Dibuja. “Que se olvide”, apunta esta edil. Dice que ella no ha tenido noticias de que Jácome quiera contactarla, pero está segura de que querría volver a tenerlos para tener mayoría: “Si nos ofrecía dinero para irnos, ¿qué no haría por que volviésemos?”, se pregunta.
Caride insiste en que con él directamente no habla, pero tiene conocimiento de la intención de algún acercamiento por personas satélites, pero deja claro que es totalmente imposible. Y más, incide, con “la política de destrucción de la ciudad que está acometiendo”.
Los críticos coinciden en que Jácome se va a ver acorralado estos próximos meses, cuando se incorpore el remanente de tesorería y se vea obligado a tener 14 votos en el pleno para poder aprobar modificaciones de crédito.
Ayer mismo, Jácome los convocó para conocer su sentido de voto de cara al pleno de hoy. Apenas intercambiaron unas palabras. Jácome incluso impidió la entrada de José Manuel Palacios, una de las personas cercanas a los críticos. En ese pequeño encuentro, al que Caride ni siquiera acudió, solo hubo advertencias: “Ya sabéis lo que hay, sin disciplina de voto, seréis tránsfugas”.
