Los usuarios del servicio de bicicletas continúan al alza mientras algunos colectivos critican que Ourense no es una ciudad hecha para las dos ruedas. Desde el Concello tratan de conciliar la vida entre todos los vehículos.

El cuento de Ourense y la bici

Un usuario se dispone a tomar una de las bicicletas del servicio municipal. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Tiempo ha que algunos ourensanos han alzado su voz para pedirle al Concello que adapte las calles en pro del uso de las bicicletas.
De hecho, en mayo de 2009, una treintena de personas 'casaron' a la ciudad con la bicicleta reclamando la construcción de carriles bici. Dos años antes, en el mes de septiembre, el Concello ponía en marcha un servicio de préstamo de bicicletas municipal. A día de hoy, son ya 3.474 los ourensanos que se han inscrito como usuarios de la iniciativa. A su disposición están 214 bicicletas distribuidas en 10 puntos de recogida y depósito. En este tiempo se han prestado los vehículos un total de 14.443 veces. Solo en el año 2010, se produjeron 1.563 de estos préstamos.

La tendencia en el uso de estos medios de transporte de dos ruedas y de titularidad municipal sigue un recorrido al alza. Lo indican datos como el de que en todo el año pasado, 230 personas se inscribieron en el servicio, pero en lo que va de 2011, han sido ya 614 los nuevos usuarios y los préstamos realizados entre enero y agosto son más del doble del conjunto del ejercicio anterior (3.744). El primer mes del año comenzó con 173 préstamos y durante los siguientes fue creciendo de manera exponencial hasta llegar a los 760 de abril, el mes con mayor afluencia de recogida de bicicletas. La época estival ha registrado una ligera bajada, aunque en ningún caso la cifra ha sido inferior a los 600 préstamos.


ADAPTAR A LOS CONDUCTORES

En Ourense no existen hasta la fecha vías que puedan considerarse como carriles bici, aunque proyectos como el bulevar termal -que el alcalde, Francisco Rodríguez, llevaba en su programa electoral- contemplan la creación de este tipo de infraestructuras. Lo que sí hay en la ciudad son sendas ciclables en los paseos del Miño y el Barbaña, donde ciclistas y peatones han de convivir en armonía. La concelleira de Transporte, Susana Bayo, asegura que 'non é fácil' construir carriles para bicicletas en la ciudad más allá de las vías de nueva proyección. Así, el objetivo del Concello es trabajar en la 'conciliación' de todos los vehículos, desde peatones a conductores. Bayo, como usuaria habitual de las dos ruedas, anima a su uso afirmando que 'Ourense ten un clima que se presta'.

Aun no siendo una de las ciudades idóneas para desplazarse en bicicleta, lo cierto es que los ourensanos que hacen uso de ella se comportan con civismo. La Policía Local sostiene que ha existido alguna multa a ciclistas, 'pero non é o habitual'. Considerada un vehículo, 'non todo o mundo o entende así', afirman desde el cuerpo. Con todo, gozan de ciertos beneficios, entre ellos, atravesar zonas peatonales como la rúa do Paseo.

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