Un conocido delincuente portugués, Antonio D.G., de 40 años, burló el pasado miércoles un control que estableció la Guardia Civil a petición de la Guardia Nacional Republicana (GNR) en el municipio de Baltar.
Los agentes lusos lo detectaron cuando circulaba por el municipio luso de Montalegre en dirección al limítrofe de Baltar, donde supuestamente tenía previsto visitar a los familiares de un vecino, que permanece en prisión acusado de un delito de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.
Antes de cruzara la 'raia', una patrulla de la GNR le hizo señales para que se detuviera, ante la sospecha de que podría llevar armamento y droga en su vehículo, pero el conductor se dio a la fuga. Así, los agentes lusos solicitaron la colaboración de la Guardia Civil, que acudió con varias patrullas y un helicóptero, el que estaba buscando al holandés desaparecido en Petín. El piloto abandonó por unas horas el rastreo y se sumó a la localización del presunto delincuente luso.
Serra do Larouco
Ambos cuerpos de seguridad 'blindaron' el paso fronterizo, pero Antonio D.G., lejos de sentirse acorralo, abandonó el paso fronterizo y comenzó a circular por las múltiples pistas de la concentración parcelaria.
Varias coches de la Guardia Civil le seguían y el presunto delincuente tomó dirección hacia la Serra do Larouco, donde se esfumó sin dejar rastro.
Ambos cuerpos de seguridad aún mantienen vigilada constantemente la zona ante la sospecha de que podría estar refugiado en el monte, oculto por la arboleda en una zona de difícil acceso.
La persecución despertó expectación entre el vecindario de Baltar.
Antes de cruzara la 'raia', una patrulla de la GNR le hizo señales para que se detuviera, ante la sospecha de que podría llevar armamento y droga en su vehículo, pero el conductor se dio a la fuga. Así, los agentes lusos solicitaron la colaboración de la Guardia Civil, que acudió con varias patrullas y un helicóptero, el que estaba buscando al holandés desaparecido en Petín. El piloto abandonó por unas horas el rastreo y se sumó a la localización del presunto delincuente luso.
Serra do Larouco
Ambos cuerpos de seguridad 'blindaron' el paso fronterizo, pero Antonio D.G., lejos de sentirse acorralo, abandonó el paso fronterizo y comenzó a circular por las múltiples pistas de la concentración parcelaria.
Varias coches de la Guardia Civil le seguían y el presunto delincuente tomó dirección hacia la Serra do Larouco, donde se esfumó sin dejar rastro.
Ambos cuerpos de seguridad aún mantienen vigilada constantemente la zona ante la sospecha de que podría estar refugiado en el monte, oculto por la arboleda en una zona de difícil acceso.
La persecución despertó expectación entre el vecindario de Baltar.
