Se fusionan así las diligencias abiertas por el suicidio de un agente de policía, los anónimos injuriosos enviados a los medios de comunicación y la desaparición de las armas
La jueza de Instrucción 3, Eva Armesto, ha fusionado en las diligencias abiertas por el suicidio del agente de policía Celso Blanco, los anónimos injuriosos enviados a los medios de comunicación y, desde esta semana, la desaparición a lo largo de 2014 y 2015 de seis armas cortas en el búnker de la comisaría en el que estaban custodiadas.
El juez de instrucción 1 en un auto fechado el 8 de febrero acordó inhibirse a favor de la magistrada en el caso del robo de las armas tal como ella se lo había reclamado por entender que la causa de la muerte del agente (diligencias previas 797/2016) y las armas "están intimamente relacionadas, tratándose de delitos conexos que deben ser instruidos de forma conjunta". El agente en los mensajes de despedida que envió a varios compañeros antes de quitarse la vida con una de las pistolas robadas se responsabilizaba de la desaparición al tiempo que dejaba otras dos en un cajón de su despacho, el escenario en el que falleció.
El juez de Instrucción 2, Luis Doval, hace semanas que también se inhibió a favor de la togada del 3 en el procedimiento abierto por los anónimos injuriosos que hablaban de corrupción de los mandos policial y que fueron enviados a dos medios de comunicación en el año 2015. Celso Blanco en los mensajes enviados el día de su muerte también se declaraba autor de esos anónimos al igual que el enviado a Asuntos Internos y que puso en marcha la operación Zamburiña contra el tráfico de drogas (hay cuatro agentes imputados por trato de favor a narcos de la ciudad), la causa que seguirá instruyendo el juez de Instrucción 1.
