La Guardia Civil de Carballiño ha identificado a los miembros de una banda de ladrones que operaba en la villa y en todo el ámbito gallego, procediendo por el momento a detener e imputar en la ciudad de Vigo a M.A.F, de 23 años, natural y vecino de Vigo, P.P.L. de 28 años, nacido en Vilar de Barrio y también residente en Vigo, y a B.F.R. de 26 años, vecino de la misma ciudad, como presuntos autores de varios robos con fuerza. El juez ordenaba la puesta en libertad de los sospechosos, pero con la condición de presentarse cada semana en el Juzgado hasta la celebración del juicio, tras prestar declaración.
La Guardia Civil les imputa varios robos cometidos en Carballiño, concretamente durante el pasado mes de marzo, en el Laboratorio Bobillo y en un conocido despacho de abogados, posteriormente en abril, en las oficinas de Aquagest, y el último en el presente mes de mayo, en la Mueblería Bravo.
VIGILANCIA
A raíz de estos robos, se puso en marcha un dispositivo denominado Operación Cerrojo, aumentando la presencia policial durante las noches, detectando un vehículo ocupado por varios jóvenes a los que les constaban numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio. Esto permitió, a partir de esta pista, que los agentes establecieran varios dispositivos de vigilancias en torno a los sospechosos descubriendo que se trataba de un grupo organizado que cometía robos con fuerza en toda la geografía gallega. El modus operandi de esta banda criminal consistía en seleccionar establecimientos comerciales y con un objeto contundente golpear la cerradura, reventando la misma para acceder al interior y apropiarse del dinero en metálico que pudieran encontrar. Asimismo, dejaban un vehículo abierto en las inmediaciones con las llaves puestas para emprender la huida por lo que estas acciones duraban escasos minutos. De esta forma, el mismo grupo podía asaltar varios locales en la misma noche.
Los cuatro robos que se produjeron entre los meses de marzo y mayo alertaron a los propietarios de establecimientos de la villa y a la propia Guardia Civil de la localidad, que decidió por este motivo reforzar la vigilancia, teniendo en cuenta que todos estos delitos se habían cometido de noche.
VIGILANCIA
A raíz de estos robos, se puso en marcha un dispositivo denominado Operación Cerrojo, aumentando la presencia policial durante las noches, detectando un vehículo ocupado por varios jóvenes a los que les constaban numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio. Esto permitió, a partir de esta pista, que los agentes establecieran varios dispositivos de vigilancias en torno a los sospechosos descubriendo que se trataba de un grupo organizado que cometía robos con fuerza en toda la geografía gallega. El modus operandi de esta banda criminal consistía en seleccionar establecimientos comerciales y con un objeto contundente golpear la cerradura, reventando la misma para acceder al interior y apropiarse del dinero en metálico que pudieran encontrar. Asimismo, dejaban un vehículo abierto en las inmediaciones con las llaves puestas para emprender la huida por lo que estas acciones duraban escasos minutos. De esta forma, el mismo grupo podía asaltar varios locales en la misma noche.
Los cuatro robos que se produjeron entre los meses de marzo y mayo alertaron a los propietarios de establecimientos de la villa y a la propia Guardia Civil de la localidad, que decidió por este motivo reforzar la vigilancia, teniendo en cuenta que todos estos delitos se habían cometido de noche.
