Ourense
Alarma por la falta de limpieza
El plazo para que los terrenos próximos a las casas estén desbrozados de forma voluntaria acabó este lunes, con parte del trabajo todavía sin hacer. Principalmente, en el caso de los terrenos con propietarios desconocidos o múltiples herederos, lo que complica la efectividad de la normativa. “No están desbrozadas el 100% de las fincas, pero hay una voluntad clara y manifiesta de los vecinos, sobre todo los que residen en los pueblos”, apunta Plácido Álvarez, alcalde de Muíños, en cuyo municipio se alberga una de las parroquias de alta actividad incendiaria (PAAI), Requiás, que en cinco años sufrió ya 32 fuegos. La provincia de Ourense cuenta con 27 de las 35 PAAI que Medio Rural ha designado para 2021 en Galicia, lo que da buena muestra de la importancia de la prevención.
Con 67 incendios en los últimos cinco años, Castro de Escuadro (Maceda) es la parroquia con más fuegos en un lustro. Rubén Quintas, alcalde macedao, cree que este año “imos ben” en la prevención. “A resposta foi moi, moi boa. Non había escusa, porque se ofreceron empresas públicas para facer a roza e, ademais, fixemos unha campaña un pouco agresiva enviando cartas aos veciños”, dice Quintas. En las últimas semanas incluso emitió un “bando urxente” para recordar que la fecha del 31 de mayo era “improrrogable”.
El problema de identificar
Dice Quintas que con los años “a xente cumpre máis, está máis concienciada”, pero sigue siendo imposible llegar a todos. “Dá gusto pasear por moitas aldeas, pero hai excepcións, por fincas de varios herdeiros, propietarios descoñecidos… Isto é un problema, pero alomenos estamos conseguindo que limpen os que si temos o contacto”.
El alcalde de Taboadela, Álvaro Vila, apunta a la misma casuística. “De los que pudimos contactar, el 90% limpia. El problema son las fincas de varios herederos o desconocidos, no sabemos qué hacer”, dice Vila.
“La experiencia de otoño de 2017 nos marcó”, reconoce Plácido Álvarez desde Muíños. Está preocupado por los propietarios que residen fuera o las fincas de varios herederos, como sus homólogos: “Yo por ti, tú por mí, al final queda el terreno sin desbrozar. Y la realidad es la que es: población envejecida, minifundio…”.
El objetivo, junio
En este municipio de A Baixa Limia ponen dos tractores todo el año al servicio de los vecinos y confía en que pocas fincas queden sin limpiar “a finales de junio, y eso que la pandemia dificultó hacer los trabajos varios meses”. Tiene claro que los que queden sin hacer se desbrozarán a la fuerza y “se les repercutirá el coste”, para que el pueblo no arda “por un caprichoso”. En todo caso, Álvarez reconoce las dificultades para cobrar, sobre todo cuando el coste se divide en varios propietarios: “Eso sí, cuando la Xunta inicia el procedimiento de expropiación se asustan un poco”.
Otra de las parroquias de alto riesgo es Rebordechau (Vilar de Barrio), donde el año pasado se produjo uno de los incendios más grandes, con más de 700 hectáreas calcinadas. El alcalde, Manuel Conde, considera que la ley está bien “sobre o papel”, pero ve dificultades para ejecutarla, esgrimiendo la misma razón que otros alcaldes: varios propietarios o dueño sin identificar. “De pouco serve dar responsabilidades aos concellos se non se lles dota de recursos para ‘convencer’ os veciños que non queiran limpar”, lamenta Conde, que avanza que el Concello contratará este año un técnico forestal a través de la Xunta para identificar las parcelas no desbrozadas. “Os que o fan o traballo séntense discriminados cos que non o fan. A partir do 15 de xuño, non hai escapatoria. Cando localicemos os incumpridores, daremos un prazo e mandaremos un listado á Xunta”. Tiene claro, eso sí, que es inviable ejecutar desbroces a la fuerza que no puedan cobrar después: “Sería unha irresponsabilidade financeira”.
Al igual que sus homólogos, Conde percibe que el grado de cumplimiento aumentó “nun 50%” en sus dos años en el cargo. Pero advierte: “Aínda queda a metade sen desbrozar”.
La ciudad entra en el listado de parroquias gallegas en el punto de mira
Este 2021 son 27 las parroquias de alta actividad incendiaria en la provincia. El 77% de las 35 gallegas están en Ourense, la proporción más alta de los últimos años. Estas son incluidas bien por la elevada superficie quemada los últimos años o bien por la virulencia de los fuegos.
Este año se incorporan 12 parroquias: la ciudad, Queixa (Chandrexa), Paradela (Manzaneda), A Esculqueira (A Mezquita), Chaguazoso (Vilariño), San Millao (Cualedro), A Fraga (Lobeira), Rebordechau (Vilar de Barrio), Guillamil (Rairiz de Veiga), San Paio y Río Caldo (Lobios) y Randín (Calvos de Randín).
Salen del listado otras 7: Vales (Cea), Quins (Melón), A Corna (Piñor), San Miguel (Manzaneda), A Granxa (Oímbra), Pereiro (A Mezquita) y A Gudiña.
