Los ladrones, además de buscar joyas y dinero, también pretenden aparatos de alta tecnología

Desvalijan tres pisos de un edificio del centro de la ciudad

Edificio que asaltaron los ladrones este fin de semana. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
En el mes de julio se atrevieron con pisos y garajes de la calle Juan XXIII. Un desafío para los delincuentes en el epicentro de la urbe. En agosto, se adentraron en O Posío (avenida de Zamora) y ahora, en calles también muy céntricas como Ramón Cabanillas .
Las fuerzas de seguridad han constatado en estos últimos tres meses un repunte -'algo más', dicen literalmente- de los robos en pisos de la ciudad, contrariamente a lo que suele ser la tónica habitual: las sustracciones en segundas viviendas del rural o la periferia de la ciudad, emplazadas en zonas no muy pobladas y con vías que posibiliten una fuga rápida. Pero robar en la ciudad, sobre todo en calles céntricas, siempre representa un más difícil todavía.

Este último fin de semana, de hecho, los ladrones desvalijaron tres pisos de una misma planta (la séptima) en el número ocho de esa calle, pasando totalmente desapercibido para el resto del vecindario. Ese mismo día, también era asaltada una casa unifamiliar de la localidad de Santa Cruz de Arrabaldo, este vez en la periferia.

Según confirmaron a este diario fuentes policiales, en los asaltos de la calle Ramón Cabanillas el botín constó sobre todo de joyas y aparatos de alta tecnología. De hecho, sólo en una de la viviendas, en la única en la que el propietario hizo constar la valoración de los efectos sustraídos, el importe de lo robado superó los 4.000 euros: pulseras y collares de oro, un ordenador portátil, una cámara digital y una tablet.

Precisamente, la policía advierte que ahora ya no sólo pretenden de dinero y joyas sino que la tecnología digital y aparatos electrónicos (cámaras, consolas, móviles...) tienen muy buena salida en el mercado negro.

Los autores de estos robos no son obra de bandas foráneas, tal como suele suceder en el rural, según valora el inspector Bernardo Deprado Lahoz, sino que la policía los atribuye a 'delincuentes habituales' a los que les suelen constar una larga retahíla de delitos contra la propiedad. Además, no es habitual que actúen con compinches, uno a la sumo.

Las fuerzas de seguridad advierten del riesgo que supone, sobre todo los meses de verano, que se sepa que el inquilino no va a estar en su domicilio. Aconsejan comunicar estas ausencias a pocas personas y pedirle a alguien de confianza que visite regularmente la casa. Y, sobre todo, advierten del peligro de ofrecer información personal en las redes sociales tipo Whatsapp, Facebook o en Twitter.

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