“Jamás, ni en mis sueños más salvajes, me pude imaginar esto”. Visiblemente emocionado, nervioso e incapaz de contener las lágrimas al mencionar su tierra natal (Parada de Sil); así comenzó el reconocido hispanólogo y filólogo Antonio Carreño su discurso tras recibir la medalla de oro de la provincia, un galardón como “recoñecemento a toda unha vida dedicada á docencia, a incansable e rigorosa investigación, e xunto coa súa superación persoal que o levou dende Parada de Sil a ser considerado o máis alto especialista mundial na figura de Lope de Vega”, afirmó el vicepresidente segundo de la Diputación (organismo que entrega esta condecoración) e instructor de este expediente, César Fernández.
El acto comenzó con una “laudatio” del homenajeado, realizada por el periodista Lalo Pavón, quien abundó en el “apabullante currículum docente e investigador de Antonio Carreño”, y recordó que “chegar a tal nivel académico non foi doado, pois naceu nunha casa dunha aldea de Parada de Sil onde o que abondaba era o traballo e a necesidade”.
“No fue fácil. No, no fue fácil estar hoy aquí. No fue fácil llamarse Antonio Carreño. Como escribía el lejano Francisco Aldana, el Divino, ‘Tras tanto acá y allá, yendo y viniendo’, uno indaga en el inconsciente de uno mismo la mítica vuelta a su casa. El que sale de su casa y siempre quiere volver repite el viaje de vuelta, real o imaginado, del gran Odiseo celebrado por Homero en la Odisea, de vuelta a su Ítaca, al lado de su Penélope. El espacio de la lejanía y del encuentro; de la añoranza y de la inquietud. Y en mi caso, de la mano de la palabra”, narró Carreño. El profesor dedicó buena parte de su discurso a agradecer personalmente a aquellos que le ayudaron en el camino y volvió a emocionarse al hablar de Parada de Sil, “un bastión cultural” y al mencionar a su mujer, Lidia Rodríguez, quien también estaba visiblemente emocionada. “Desde la no identidad a escalar los peldaños de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos”, así definió su viaje el propio Carreño.
Por su parte, el presidente de la Diputación, Luis Menor, agradeció a Carreño todas sus aportaciones y afirmó que “con esta medalla subsanamos unha débeda histórica” con el profesor, aunque después dijo que “Ourense sempre estará en débeda con vostede, polo que esta medalla non só é merecida, tamén é moi necesaria”. Menor también hizo mención a los trabajos de Carreño, comenzando por los realizados sobre Lope de Vega, figura en la que es el “máis alto especialista mundial”, pero mencionando a otros autores analizados por el ourensano. “Os seus traballos seguen no tempo ás de figuras senlleiras de Ourense como o insigne Padre Feijóo ou o lembrado Ben Cho Shey”. El acto terminó con el himno de la provincia, “Ourense no solpor”.