Los conductores frenaban a su paso en el Polígono Barreiros, pero lo cierto es que hasta este miércoles el dispositivo no estaba operativo
Llegar a su altura y levantar el pie del acelerador era ya un acto reflejo para los miles de conductores que cruzan cada día el Polígono Barreiros. Pero lo cierto es que hasta la tarde de este miércoles, el radar que supuestamente controlaba la velocidad en uno de los puntos neurálgicos de la industria gallega era una simple caja. Un continente sin contenido que, eso sí, cumplía a la perfección su cometido disuasorio.
Esta situación ha cambiado hace poco más de 24 horas, cuando unos operarios instalaron la cámara que activa un radar que, después de un buen puñado de meses, medirá de forma real la velocidad de circulación. Desde luego, los conductores avisados estaban.
