El entrenador Tito Piñeiro, acusado de abusos sexuales: “Que quede ciego si le toqué a esa niña”

El inculpado, Tito P., junto a su abogado, Jorge Álvarez, ayer en la Audiencia.
photo_camera El inculpado, Tito P., junto a su abogado, Jorge Álvarez, ayer en la Audiencia.

Las acusaciones piden 5 años de cárcel para Tito Piñeiro, un conocido entrenador de hockey de Ourense, por abusos sexuales

El entrenador ourensano de hockey Tito Piñeiro (70 años), tras cuatro horas de juicio a puerta cerrada en la Audiencia de Ourense, a la salida de la sala de vistas aún quiso hablar algo más, pero ofreció una versión resumida de las acusaciones que pesan sobre él por supuestos abusos sexuales a una niña de 14 años a la que adiestraba. “Es mi verdad contra su mentira; no quería jugar al hockey y se lo inventó para que no la obligaran los padres a continuar (…): No pensó el daño que iba a hacer”. Y enfatizó su declaración de inocencia con un toque histriónico: “Te juro, que ciegue, si le toqué a esa niña …, lo que dice es fruto de su imaginación”.

La fiscal y la acusación particular que ejercen los padres de la denunciante reclaman una pena de cinco años de cárcel y 9.000 euros de indemnización. Sostuvieron, en sus alegatos, que el testimonio de la menor fue congruente y siempre mantuvo el mismo relato, con detalles muy concretos y precisos sobre lo ocurrido.

El inculpado, que sigue entrenando a equipos de niños y niñas en el Santiago Apóstol y en el Ourense Hockey, respectivamente, explicó que la denunciante estuvo en el equipo poco más de un mes, desde finales de septiembre hasta noviembre de 2021. Su abogado, Jorge Álvarez, enfatizó que la denuncia no se puso hasta finales de diciembre. La acusación, según remarcó Tito, le supuso un desgaste personal y familiar:  “Tengo dos hijas mayores y cinco nietos y fue un auténtico palo a la familia (…) Yo llevo toda la vida en esto …”. Tras la denuncia, aparecieron carteles repartidos por toda la ciudad en los que se condenaba al entrenador, pero ayer el abogado enarboló 200 firmas en las que padres y madres de otros niños a los que entrena muestran “su apoyo y confianza” a Piñeiro “Expresamos o noso rechazo total e absoluto a calquera tipo de abso sexual así como o apoio as víctimas deste tipo de abusos, pero tamén queremos que se respete a presunción de inocencia ata que unha sentenza estableza o contrario”, reza el escrito con las firmas. Y añade: “Queremos expresar o magnífico traballo que leva facendo o noso aqdestrador dende hai moitos anos”.

Por su parte, las acusaciones aseguran que el acusado se aprovechó de una relación de superioridad “por ser entrenador y derivada de la diferencia de edad”  para satisfacer sus deseos sexuales. Aseguran que realizó tocamientos y dio un beso en la boca a la menor en las instalaciones municipales de Oira, en donde tenían lugar los entrenamientos.  Circunscriben los hechos a tres días. 

El encausado cambió de abogado en enero porque el que le asistía en este procedimiento le había sugerido llegar a un acuerdo con las acusaciones, que pasaba por una bajada de pena si asumía los abusos.  Presentó un escrito en la Audiencia, pocos días antes del juicio, en el que decía: “Mi abogado ha realizado negociaciones con el abogado de la acusación particular y la fiscalía sin mi autorización, resultado de las cuales me indica que tengo necesariamente que reconocer los hechos, hacerme culpable, para que la pena de prisión no sea superior a dos años, pagar una indemnización de 15. 000 antes del juicio y los gastos del abogado de la denunciante, también antes del juicio, que ascienden a 3. 900. Además, me indica que no podré volver a entrenar ni trabajar con menores. Y todo ello sin contar con el bochorno público y repulsa social a mi persona, por unos hechos que no he cometido”.  

Ayer fue juzgado y el caso quedó visto para sentencia.

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