Entrevista al conselleiro de Sanidade

Comesaña: "Las medidas en hostelería es posible que ya no reduzcan los casos diarios”

photo_camera Avanza que el comité clínico cambiará los niveles para no castigar a bares y restaurantes: “Estamos en una situación distinta” Los comentarios están desactiva
Avanza que el comité clínico cambiará los niveles para no castigar a bares y restaurantes: “Estamos en una situación distinta”

Julio García Comesaña vivió el inicio de la pandemia del covid como gerente del área sanitaria de Vigo, a donde llegó desde la de Ourense. Dio el salto a la Consellería de Sanidade en septiembre de 2020 para encargarse de la gestión de la crisis del covid que en estos momentos pasa ya por su quinta ola con los contagios disparados. Habla con este periódico justo el día en que Ourense, O Barco y Barbadás entran en nivel alto, lo que obliga a cerrar los interiores de la hostelería y todo el ocio nocturno. 

La hostelería no es culpable de la explosión de casos, pero sigue siendo el sector que más sufre restricciones. ¿Por qué no se cambian las medidas?

Estamos trabajando en esa línea. Aunque a la hostelería no le gustaba esta afirmación, era cierto que en fases anteriores había una relación directa con el control de la situación, de hecho, las medidas que se tomaron produjeron los resultados que se esperaban. Ahora, estamos en una situación distinta y todos coincidimos en que las medidas en la hostelería probablemente no reduzcan los casos diarios. Ya desde la semana pasada estamos tomando decisiones en este sentido, por un lado en el ocio nocturno se tomó la decisión de que lejos de cerrarlo vamos a hacerlo más seguro con pruebas diagnósticas  o vacunación y se trabaja con el comité clínico y el sector la posibilidad de extender esta filosofía de hostelería segura a otros momentos.

Se están registrando más de 1.000 positivos al día en Galicia. ¿Entraba en alguna previsión algo así?

Es una situación que no esperábamos. Llegó de forma explosiva, desde finales de junio, y nos obliga a volver a planteamientos de hace semanas y meses. Estamos preocupados pero reaccionamos como ya hicimos el pasado verano cuando pensábamos que todo estaba bajando, pero entonces llegó el brote de A Mariña y tuvimos que tomar nuevas medidas.

¿Qué opina sobre la tesis de que  las restricciones se relajaron demasiado pronto?

Esa relajación venía condicionada por los números que teníamos y por la rotundidad del efecto de la vacuna. Con los datos que tenemos hoy, la población ya vacunada no está siendo afectada de forma general por esta ola, algo que es positivo. No tiene que ver tanto con la relajación de las medidas en general, sino en ese sector que no está vacunado.

El 1 de julio Ourense tenía 199 casos, 15 días después roza los 1.800. ¿Es solo culpa de la gente joven y los botellones? 

El patrón de Ourense es similiar al del resto de Galicia. La franja de edad entre los 16 y los 29 años triplica la incidencia acumulada de la media por la realización de fiestas o reuniones en casas particulares, viajes en coche…. Ahora se incorporan aspectos relacionados con los partidos de la Eurocopa. También detectamos que hay gente que llegó de otras comunidades de visita y en esos contactos aparecen casos. 

Ourense se quedó  en nivel alto y no pasó  al máximo por el cambio de criterio del comité clínico. ¿Cómo justifica esta decisión?

Adaptamos los límites a una realidad donde la incidencia no está directamente relacionada con la hospitalización. Durante los últimos 15 meses, teníamos muy clara la relación entre casos nuevos e ingresos, pero estas últimas semanas ha cambiado. Lo que antes llevaba directamente a nivel máximo, ahora no tiene por qué ser así, como sucedió en Ourense. Todos los municipios de la provincia quedaron en el  nivel que les corresponde con este nuevo ajuste de la correlación con la hospitalización. 

¿Cuál es la foto de la provincia que visualiza el comité  clínico en dos semanas? ¿Habrá  más restricciones?

Estamos trabajando con el comité clínico en unas características de los niveles que no incidan tanto en la hostelería sino en otro tipo de situaciones. Espero que en el próximo comité se pongan en funcionamiento y me gustaría ver a Ourense en dos semanas con unas limitaciones que tengan en cuenta esta situación de hospitalización y que nos permitan mantener la hostelería  con normalidad y con medidas que permitan  disminuir los contagios en el ámbito que se produzcan.  ¿Más restricciones? Otras medidas de más calado tendrían que ser primero justificadas y propuestas al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Estamos trabajando en alguna posibilidad en ese sentido aunque no  la limitación de movilidad nocturna.

La directora xeral de Saúde Pública mostró  su preocupación por la poca trazabilidad de casos. ¿Faltan rastreadores? ¿Los contagiados no dan datos reales?

No es un problema de profesionales. Por un lado, tienes muchos casos de golpe y te lleva un tiempo llegar a trazabilizar todos. También la dificultad de tener toda la información de los contactos. Creo que la estructura que tenemos lo permite, pero si los casos aumentan mucho ampliaremos el número de profesionales, como hicimos en enero. También notamos que algunas personas no dan datos reales sobre sus contactos estrechos al ser llamados. Es una lástima, pero quiero pensar que es algo residual. 

¿Fue un error la apertura del ocio nocturno? ¿Fueron útiles las pruebas piloto de junio?

A riesgo de que el tiempo nos diga lo contrario, creo que esta situación, de forma general, no tiene que ver con la apertura del ocio nocturno. Por un lado, abrió el 1 de julio y empezamos a ver estos efectos en las últimas semanas de junio, antes de su apertura, y los datos que tenemos ahora de forma general nos indican que la mayor parte de estos casos no tienen nada que ver con el ocio nocturno, sino con otro tipo de ocio y situaciones. La prueba piloto de junio la hicimos en un escenario de pedir entrada con vacunación o prueba diagnóstica, y ese paso bastante novedosos a nivel estatal nos sirvió para manejar la situación. 

¿Se actuó  tarde para frenar los botellones?

Tenemos claro que el principal origen de esta situación viene de la población no vacunada. En primer lugar, queremos disculparnos ante esta población por no haber sido inmunizados aún. Si tuviéramos vacunas suficientes, este problema no se habría dado. A finales de junio, coincidiendo con celebraciones de fin de curso, empezamos a tener información sobre fiestas “académicas”, viajes al resto del Estado y, en particular, a Mallorca.  Con la información que tenemos, se asocia a un perfil de ocio o de contactos sociales muy características de edades entre 16 y 29 años,  con un patrón de comportamiento muy característico. No son en general en locales de hostelería o de ocio nocturno, ni por supuesto en el ámbito laboral ni académico, pues el curso terminó de forma ejemplar. Pero fue precisamente al acabar el curso cuando sucedió todo, coincidiendo con todo el mensaje del fin de la mascarilla, que pudo influir, el buen tiempo y las celebraciones.

¿Este nuevo escenario está  trasladando la presión a la Atención Primaria? ¿Es problema sanitario o de falta de personal? ¿Ha habido refuerzos?

La Atención Primaria es un punto importantísimo en la gestión de la pandemia, sobre todo en el seguimiento de positivos, pero toda la parte de determinación de contactos estrechos y de petición de pruebas recae exclusivamente en la Central de Seguimiento de Contactos y los militares que la apoyan. La petición de pruebas diagnósticas en el Sergas no está en Atención Primaria. Cuando se produce un positivo, salta una alerta en la central, que se encarga de llamar por teléfono al positivo, le pide los contactos y, una vez localizados, le pide la PCR y el contacto la hace en el covid auto. En este proceso, el médico de Atención Primaria no interviene. Es cierto que en algunos casos vemos que algún posible contacto está acudiendo al centro de salud a indicar que es contacto de un positivo, algo que coincide con periodo vacaciones y esto trae dificultades. Pero confiamos en que el circuito de rastreo funcione como tiene que funcionar y la Atención Primaria no necesite refuerzo. Les pedimos que sigan a los positivos, que los remitan al hospital si es necesario, pero nada más que esto. 

¿Sigue siendo la inmunidad de rebaño un valor seguro?

Estamos en mayores de 40 años en un 85% de vacunados con pauta completa. El 70% del que se hablaba, al que ya nos acercamos, es evidente que áun no es suficiente, como nos demuestra esta ola. Probablemente, cuando se hizo ese cálculo nadie contó con la excesiva movilidad de las personas más jóvenes sin vacunar. Tenemos que seguir inmunizando a cuantas más personas mejor. Ahora estamos hablando casi del 90% para garantizar eso.

¿Cómo valora el avance de la vacunación?

El balance de la vacunación es francamente bueno. Se sigue un criterio muy homogéneo, siendo lo más fieles posibles a la estrategia nacional de vacunación y los resultados están ahí.  Galicia es la comunidad que tiene mayor porcentaje de vacunación con pauta completa en mayores de 40 años,  esto es un éxito colectivo de las personas que acuden cuando son llamadas y de toda la logística que está detrás. El porcentaje de gente que acude es alto, aunque es cierto que se reduce la asistencia en cuanto la edad disminuye. En todo caso, seguimos insistiendo por todas las vías. 

¿Contemplan ampliar la ‘autocita’ a todos los grupos de edad?

La previsión siempre fue abrirla por debajo de la campaña activa. Nosotros apostamos por la vacunación por edad como principal criterio, algo que mantuvimos desde el primer minuto. Es cierto que somos sensibles en este momento en el que estamos ahora, donde hay que contemplar más posibilidades. Así, en julio abrimos dos frentes. A aquellas personas que ya no están en la campaña activa pero que por alguna razón no acudieron a vacunarse, que está teniendo una buena respuesta, y también por debajo de los treinta años, aunque optamos por no hacerlo de forma generalizada por miedo a que el sistema tuviera dificultades y lo acotamos a los Erasmus. Pero la herramienta está dispuesta para abrir cuando se estime oportuno a la población general.

¿Cuál es el perfil de nuevos ingresos?

Hay tres grandes grupos de ingresos. El primero conformado por gente joven, tenemos hospitalizados de tan solo 20 años y en UCI gente de 25 que muchas veces piensa que no van a necesitar ingresar por contagiarse, pero eso no es cierto. Luego hay otro grupo de personas de más edad que bien no se vacunaron o están sin la pauta completa, contagiados principalmente en el entorno familiar de las personas más jóvenes. Por último hay un grupo de personas mayores con pauta completa a los que la enfermedad sí requiere el ingreso a pesar de haber sido inmunizados, casi todos con otras patologías.

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