Un vecino de la ciudad alertó al Servicio de Emergencias 112 de que una persona se estaba ahogando en la presa de Velle. El problema es que el buen samaritano no era sino un bromista que se aburría en casa.Un vecino de la ciudad alertó al Servicio de Emergencias 112 de que una persona se estaba ahogando en la presa de Velle. El problema es que el buen samaritano no era sino un bromista que se aburría en casa.
Una persona se está ahogando en el embalse de Velle tras caerse al agua al resbalar en las compuertas. Este era el aviso que recibía a las 22.49 horas del lunes el Servicio de Emergencias 112 a través de una llamada telefónica de un vecino de la ciudad, que aseguraba estar cerca de la presa, pero que no podía hacer nada.
El comunicante estaba llamando desde una cabina telefónica pero ofreció el número de su teléfono móvil a la operadora de emergencias para ser localizado en caso de que fuera necesario.
Desde el Servicio 112 se movilizó, acto seguido, a una ambulancia del 061, dos patrullas de la Policía Nacional, Protección Civil y la Policía Local, que recorrieron durante más de una hora el embalse pero no hallaran rastro de ninguna persona en el agua. Los responsables del embalse tampoco se habían percatado de nada extraño, igual que los dos conductores de los coches que había estacionados en las inmediaciones de las compuertas de la presa. 'Los conductores llegaron allí antes de la hora en que fue dado el aviso y no se percataron de que una persona se hubiera caído o tirado al agua', afirmaron fuentes policiales.
Así, los efectivos de emergencia, que incluso se desplazaron al lugar con una canoa, desmontaron el operativo, tras alertar al Servicio de Emergencias 112 de que la llamada telefónica había sido una falsa alarma.
Mientras, la Policía Nacional abrió una investigación para localizar a la persona que se había atrevido a inventar el siniestro. Los agentes lo localizaron, primero llamando al teléfono que había dejado a la operadora de emergencias, pero les colgó tras negarse a desplazarse a la Comisaría para tomarle declaración. Acto seguido, los policías recurrieron a la compañía de telefonía móvil que presta servicio al terminal para conocer su identidad y domicilio.
Los agentes lo localizaron de madrugada y resultó ser un hombre de 32 años, identificado como V.S.F., con domicilio en la ciudad. 'Sólo lo identificamos, no llegó a ser detenido, aunque se van a instruir diligencias al Juzgado', afirmaron en la Comisaría.
La patrulla lo trasladó a las dependencias policiales con el objetivo de tomarle declaración, pese a que el afectado ya reconoció ser el autor de la llamada cuando fue identificado en su domicilio.
El hombre aseguró estar arrepentido, al tiempo que repetía que estaba aburrido y llamó a emergencias para gastar una broma a la Policía Nacional, para divertirse viendo como actuaba.
Los agentes comprobaron que cuando realizó la llamada estaba cerca del embalse, en Oira, donde permaneció hasta que llegaron y se marcharon los efectivos de emergencia.
El comunicante estaba llamando desde una cabina telefónica pero ofreció el número de su teléfono móvil a la operadora de emergencias para ser localizado en caso de que fuera necesario.
Desde el Servicio 112 se movilizó, acto seguido, a una ambulancia del 061, dos patrullas de la Policía Nacional, Protección Civil y la Policía Local, que recorrieron durante más de una hora el embalse pero no hallaran rastro de ninguna persona en el agua. Los responsables del embalse tampoco se habían percatado de nada extraño, igual que los dos conductores de los coches que había estacionados en las inmediaciones de las compuertas de la presa. 'Los conductores llegaron allí antes de la hora en que fue dado el aviso y no se percataron de que una persona se hubiera caído o tirado al agua', afirmaron fuentes policiales.
Así, los efectivos de emergencia, que incluso se desplazaron al lugar con una canoa, desmontaron el operativo, tras alertar al Servicio de Emergencias 112 de que la llamada telefónica había sido una falsa alarma.
Mientras, la Policía Nacional abrió una investigación para localizar a la persona que se había atrevido a inventar el siniestro. Los agentes lo localizaron, primero llamando al teléfono que había dejado a la operadora de emergencias, pero les colgó tras negarse a desplazarse a la Comisaría para tomarle declaración. Acto seguido, los policías recurrieron a la compañía de telefonía móvil que presta servicio al terminal para conocer su identidad y domicilio.
Los agentes lo localizaron de madrugada y resultó ser un hombre de 32 años, identificado como V.S.F., con domicilio en la ciudad. 'Sólo lo identificamos, no llegó a ser detenido, aunque se van a instruir diligencias al Juzgado', afirmaron en la Comisaría.
La patrulla lo trasladó a las dependencias policiales con el objetivo de tomarle declaración, pese a que el afectado ya reconoció ser el autor de la llamada cuando fue identificado en su domicilio.
El hombre aseguró estar arrepentido, al tiempo que repetía que estaba aburrido y llamó a emergencias para gastar una broma a la Policía Nacional, para divertirse viendo como actuaba.
Los agentes comprobaron que cuando realizó la llamada estaba cerca del embalse, en Oira, donde permaneció hasta que llegaron y se marcharon los efectivos de emergencia.
