El 71% de las 1.087 muestras analizadas el año pasado incumplían los parámetros de calidad

Los farmacéuticos alertan de que el agua de la mayoría de los pozos no se debe beber

Adrián Da-Cunha y María del Carmen Amodio.
Las aguas de pozos y traídas particulares presentan una deficiente calidad, a tenor de las muestras realizadas por el Colegio de Farmacéuticos de Ourense el año pasado. Así, de los los 1.457 análisis efectuados, el 63% resultaron ser de aguas que no cumplen los parámetros mínimos de calidad.
El 63% de las aguas analizadas el año pasado por el Colegio de Farmacéuticos no son aptas para el consumo, al incumplir los criterios mínimos de calidad. Los datos se refieren a un total de 1.457 muestras que los particulares llevaron a analizar a las farmacias de la provincia procedentes de pozos, piscinas comunitarias, traídas (no controladas por concellos o concesionarias) y fuentes.

El resultado de los análisis concluye que el agua de los pozos que no cumple los criterios mínimos de calidad (un 70%) se debe en su mayor parte a la presencia de contaminación fecal, que supone un riesgo para la salud; mientras que en las traídas no controladas la contaminación fecal es menor.

Mala ubicación

A pesar de estos datos, María del Carmen Amodio, directora del laboratorio del Colegio de Farmacéuticos de la provincia, considera que ’en los pozos, el incumplimiento (de los criterios mínimos de calidad) es frecuente porque suelen estar mal ubi cados, en fincas en las que normalmente hay vertidos que están sin tratar’. Aún así, la leve disminución de un 3% del incumplimiento con respecto al año anterior hace pensar a los farmacéuticos que la sociedad se va concienciando poco a poco de la importancia de evitar la contaminación de las aguas.

En cuanto a las fuentes analizadas (sin controlar), el 45% son no aptas para el consumo, al presentar parámetros que indican un riesgo importante para la salud, procedentes en su mayor parte de la contaminación fecal.

En el lado opuesto se encuentran las piscinas comunitarias. De las 82 analizadas (entre ellas, la del Pabellón de Os Remedios), todas cumplen los criterios de calidad, superando así los valores registrados en las muestras del año anterior.

De esta forma, los farmacéuticos insisten en la necesidad de comprobar la calidad de las aguas que se consumen y la ausencia de contaminación microbiológica, dado que algunas de ellas presentan un riesgo elevado para la salud y pueden llegar a provocar diarreas o náuseas.

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