Está claro que ha sido alguien de aquí.
No ha venido alguien de fuera a quemar un pajar y una casa'. Para llegar a Os Fiós, parroquia de Parada de Sil, hay que echarle una buena dosis de ganas. 'Hay que coger al pirómano con las manos en la masa para demostrar su culpabilidad, pero aquí nos conocemos todos y claro que sospechamos de alguien', añade uno de los contados habitantes de la aldea delante del esqueleto del pajar desvencijado por las llamas. En Os Fiós, también están que arden.
Durante la semana, no pisan la aldea más de media docena de habitantes. El fin de semana, vuelve a revivir como en otros tiempos. 'Esto fue obra del vecino pirómano'. Esta pintada en una de las paredes del pajar que todavía se esfuerza por mantenerse en pie corrobora que están hartos de los ímpetus incendiarios de alguien con el que conviven cada día.
Están acostumbrados a vivir con los incendios en los montes, inmediatamente sofocados por las avionetas con base en Monforte; pero hace dos meses prendió el pajar en el centro de la parroquia y en la Nochevieja ardió la casa de Rosa, una vecina que vive en Barcelona pero acostumbra a regresar con la familia todos los veranos.
autoría de los fuegos
Poco antes de que tañesen las campanas que dieron paso al nuevo año, la vivienda de Rosa comenzó a arder y a pesar de los esfuerzos de la Grumir de Castro Caldelas y de los voluntarios de Protección Civil de Parada de Sil, este año tendrá que buscar otra residencia o pedir cobijo a su familia si quiere seguir veraneando en la aldea. Las llamas no han tenido piedad y sólo se mantienen en pie las paredes de la casa que fue de su abuela. Todavía ayer olía a quemado al remover el rescoldo.
El sábado pasado varios vecinos reprendieron a la persona sobre la que recaeen las sospechas tras un cabo de año, pero él negó la autoría de los incendios. 'Mira que yo decía siempre que no se atrevería a prender fuego en el pueblo, que no pasaría de los incendios en el monte de todos los años y veo que estaba equivocado', afirma uno de los vecinos que pasa los fines de semana en este balcón del Sil. ?Al salir de la ceremonia religiosa también se recogieron firmas para que 'las autoridades competentes investiguen los incendios y hagan algo para que no vuelvan a ocurrir.Primero fue un pajar, ahora una vivienda y no sabemos qué será lo siguiente', confiesa uno de los promotores de la iniciativa.
ALARMA EN LA PARROQUIA
Los vecinos llevan una veintena de firmas recogidas pero confían en recoger 'unas 40 que serán entregadas en la Subdelegación del Gobierno para que encargue una investigación porque hay indicios muy claros que apuntan a una persona'.
Las quejas también serán remitidas al Concello de Parada de Sil para que adopte medidas por un problema que preocupa en Os Fiós. El alcalde, Francisco Magide, es consciente de la alarma que existe en la parroquia a pesar de que el incendio se produjo con él lejos del municipio, pero espera a conocer hoy más datos para decidir una línea de actuación, según confirmó a este periódico.
'La Guardia Civil ya sabe de las andanzas de este individuo, pero nos dice que sin pruebas no puede hacer nada. Nosotros pedimos que se investigue a conciencia porque hay indicios y está claro que no ha venido alguien de otro sitio a quemar una vivienda de aquí. No se puede esperar a que suceda una desgracia mayor', insiste un vecino que, como los demás, prefiere mantenerse en el anonimato para espantar unas posibles represalias.
'Miedo físico no tengo, aunque con el fuego puede pasar cualquier cosa. Ya se ha quemado un pajar y una casa y quién sabe si habrá otra más', añade bisbiseando.
En Os Fiós, un lugar que parece anclado en el tiempo, se cumple el dicho: 'Pueblo chico, infierno grande'.
Durante la semana, no pisan la aldea más de media docena de habitantes. El fin de semana, vuelve a revivir como en otros tiempos. 'Esto fue obra del vecino pirómano'. Esta pintada en una de las paredes del pajar que todavía se esfuerza por mantenerse en pie corrobora que están hartos de los ímpetus incendiarios de alguien con el que conviven cada día.
Están acostumbrados a vivir con los incendios en los montes, inmediatamente sofocados por las avionetas con base en Monforte; pero hace dos meses prendió el pajar en el centro de la parroquia y en la Nochevieja ardió la casa de Rosa, una vecina que vive en Barcelona pero acostumbra a regresar con la familia todos los veranos.
autoría de los fuegos
Poco antes de que tañesen las campanas que dieron paso al nuevo año, la vivienda de Rosa comenzó a arder y a pesar de los esfuerzos de la Grumir de Castro Caldelas y de los voluntarios de Protección Civil de Parada de Sil, este año tendrá que buscar otra residencia o pedir cobijo a su familia si quiere seguir veraneando en la aldea. Las llamas no han tenido piedad y sólo se mantienen en pie las paredes de la casa que fue de su abuela. Todavía ayer olía a quemado al remover el rescoldo.
El sábado pasado varios vecinos reprendieron a la persona sobre la que recaeen las sospechas tras un cabo de año, pero él negó la autoría de los incendios. 'Mira que yo decía siempre que no se atrevería a prender fuego en el pueblo, que no pasaría de los incendios en el monte de todos los años y veo que estaba equivocado', afirma uno de los vecinos que pasa los fines de semana en este balcón del Sil. ?Al salir de la ceremonia religiosa también se recogieron firmas para que 'las autoridades competentes investiguen los incendios y hagan algo para que no vuelvan a ocurrir.Primero fue un pajar, ahora una vivienda y no sabemos qué será lo siguiente', confiesa uno de los promotores de la iniciativa.
ALARMA EN LA PARROQUIA
Los vecinos llevan una veintena de firmas recogidas pero confían en recoger 'unas 40 que serán entregadas en la Subdelegación del Gobierno para que encargue una investigación porque hay indicios muy claros que apuntan a una persona'.
Las quejas también serán remitidas al Concello de Parada de Sil para que adopte medidas por un problema que preocupa en Os Fiós. El alcalde, Francisco Magide, es consciente de la alarma que existe en la parroquia a pesar de que el incendio se produjo con él lejos del municipio, pero espera a conocer hoy más datos para decidir una línea de actuación, según confirmó a este periódico.
'La Guardia Civil ya sabe de las andanzas de este individuo, pero nos dice que sin pruebas no puede hacer nada. Nosotros pedimos que se investigue a conciencia porque hay indicios y está claro que no ha venido alguien de otro sitio a quemar una vivienda de aquí. No se puede esperar a que suceda una desgracia mayor', insiste un vecino que, como los demás, prefiere mantenerse en el anonimato para espantar unas posibles represalias.
'Miedo físico no tengo, aunque con el fuego puede pasar cualquier cosa. Ya se ha quemado un pajar y una casa y quién sabe si habrá otra más', añade bisbiseando.
En Os Fiós, un lugar que parece anclado en el tiempo, se cumple el dicho: 'Pueblo chico, infierno grande'.
