Reclama para él seis años de prisión, en calidad de cabecillla de la trama

El fiscal señala a Nguyen al frente de la venta de droga

La Audiencia de Ourense acogió ayer la tercera y última sesión del juicio que sentó en el banquillo a nueve acusados implicados en un entramado ilícito dedicado a la compraventa de droga que actuaba en el barrio de Covadonga, en la ciudad, entre los meses de abril y septiembre de 2008.
La vista oral contra esta banda, de la que formarían parte los encausados José Ramón Iglesias (alias 'El Papi'), Fidel González Nguyen (el supuesto cabecilla), Carlos Prado, Adrián González, David López, Sheila González, Samuel Riveiro, Iván Nóvoa y Francisco Javier Pedreira quedó ya vista para sentencia, después de que en la sesión final declararan dos agentes, una testigo clave -P.M.O.-, además de varios peritos, y tras los alegatos definitivos de las partes. P.M.O., que acudió ayer para testificar a la Audiencia tras ser requerida por la Policía Judicial, ya que estaba citada en la anterior jornada, era una de las personas que estaban presentes cuando los agentes registraron (el 10 de julio de 2008) uno de los pisos donde supuestamente se distribuía droga, el segundo derecha del número cuatro de la calle Cibeles (vivienda en la que habitaba José Ramón Iglesias). Esta testigo, que en instrucción explicó, según el fiscal, que en 'esta casa se vendía droga', negó durante la vista oral este extremo y sostuvo que 'acudía a su casa porque a veces me invitaba él a consumir y otras yo'.

El fiscal consideró probado 'el funcionamiento de este grupo, que dirigía Nguyen' y que existía 'una comunicación total entre los dos pisos dedicados a la compraventa de droga', el segundo izquierda y el segundo derecha del citado número cuatro de Cibeles. Asimismo, expresó que las escuchas telefónicas son 'clave' y revelan que se efectuaban comunicaciones 'en las que el cabecilla preguntaba si se estaba distribuyendo droga, además de lo que se recaudaba'. La acusación pública reiteró que el 'alto nivel de vida' del cabecilla no se correspondía con sus ingresos'. El fiscal reclamó seis años de prisión para éste (la pena máxima que permite el Código Penal tras su reforma), uno menos que los que pedía inicialmente para él, siete. Por último, le rebajó la pena también a Sheila González, para la que pide cuatro años y dos meses de cárcel y a Iván Nóvoa y Samuel Riveiro, para los que solicita dos. Asimismo, pidió tres años y cuatro meses de cárcel para José Ramón Iglesias, al igual que para David López; cinco años y 10 días de cárcel para Carlos Prado, los mismos que para Adrián González, y cuatro y medio para Francisco Javier Pedreira.

Te puede interesar