Los incendios no cesaron en los montes de la provincia en el último día del verano, y ayer mantuvieron en alerta a los vecinos de Vilarello da Cota (Vilardevós), donde ardieron 100 hectáreas de monte bajo y arbolado, según una primera estimación de la Consellería de Medio Rural.
El fuego se declaraba pasadas las diez de la noche del sábado en Portugal en una zona de abundante maleza muy cercana a la frontera con el municipio ourensano. Al lugar acudieron varias brigadas, pero las llamas se propagaron con rapidez hacia Vilarello da Cota, donde llegaron a afectar a cepas de viñedos en tres parcelas diferentes. 'Arderon cinco ou seis cepas en cada viña', apuntó el alcalde, Manuel Cardoso, que desde primera hora de la madrugada participó en las labores de extinción. Pero puede haber muchas más cepas afectadas por las altas temperaturas que se registraron debido a las llamas.
La densa humareda y la virulencia que alcanzaron las llamas provocó que los vecinos no cerraran ojo en toda la madrugada del domingo ante el temor de que se propagasen a las viviendas y naves agrícolas.
Medio Rural daba por controlado el fuego pasadas las dos de la tarde después de la intervención de 23 brigadas forestales, 10 coches motobomba, dos palas retroexcavadoras, seis aviones y otros tantos helicópteros. De los medios aéreos, participaron aviones con base en A Limia y Lavacolla (Santiago), además de los efectivos de la Brigada de Refuerzo de Incendios (Brif ) de Laza, pero el Ministerio de Agricultura, ante la magnitud del fuego, también desplazó un avión bombardero con una carga de 4.500 litros de la base de Ibias, en Asturias, otro avión de comunicaciones y observación de Matacán (Salamanca) y la Brif de Tineo (Asturias). 'O despliegue foi grande porque o lume estaba a 800 metros das casas', apuntó Cardoso.
Los efectivos también trabajaron en fuegos en los alrededores del embalse de As Portas (Vilariño de Conso) y cerca del pueblo de Pereiro (A Mezquita), éste de 20 hectáreas. Ambos fueron de menor magnitud que el de Vilardevós, donde en la tarde de ayer permanecían varios retenes ante el temor de que los rescoldos se reavivasen.
La densa humareda y la virulencia que alcanzaron las llamas provocó que los vecinos no cerraran ojo en toda la madrugada del domingo ante el temor de que se propagasen a las viviendas y naves agrícolas.
Medio Rural daba por controlado el fuego pasadas las dos de la tarde después de la intervención de 23 brigadas forestales, 10 coches motobomba, dos palas retroexcavadoras, seis aviones y otros tantos helicópteros. De los medios aéreos, participaron aviones con base en A Limia y Lavacolla (Santiago), además de los efectivos de la Brigada de Refuerzo de Incendios (Brif ) de Laza, pero el Ministerio de Agricultura, ante la magnitud del fuego, también desplazó un avión bombardero con una carga de 4.500 litros de la base de Ibias, en Asturias, otro avión de comunicaciones y observación de Matacán (Salamanca) y la Brif de Tineo (Asturias). 'O despliegue foi grande porque o lume estaba a 800 metros das casas', apuntó Cardoso.
Los efectivos también trabajaron en fuegos en los alrededores del embalse de As Portas (Vilariño de Conso) y cerca del pueblo de Pereiro (A Mezquita), éste de 20 hectáreas. Ambos fueron de menor magnitud que el de Vilardevós, donde en la tarde de ayer permanecían varios retenes ante el temor de que los rescoldos se reavivasen.
