INCENDIOS

Siete fuegos en dos días ponen en riesgo viviendas en Velle y Pereiro de Aguiar

photo_camera Los medios aéreos trabajaron toda la tarde en Velle y Vilariño.

Ourense registra una treintena de incendios desde el sábado y el monte vuelve a arder en O Xurés, al arrasar 50 hectáreas en Entrimo, mientras en Calvos frenan el incendio de la parte lusa

El fin de semana con más fuegos declarados en lo que va de verano y unas condiciones meteorológicas propicias -temperaturas por encima de los 34 grados, bajos niveles de humedad y viento- alentaron ayer los incendios en buena parte de la provincia. Al cierre de esta edición, seguían activos los fuegos en Pereiro de Aguiar -en la parroquia de Vilariño- y en Entrimo -en terrenos del Parque Natural de O Xurés-.

La situación más complicada se vivió desde el mediodía en la zona limítrofe del concellos de Pereiro de Aguiar con Ourense, en Velle. Los incendios que el día anterior se habían declarado muy cerca del río, junto a la N-120 en San Mamede (Ourense), y unos kilómetros al este en la ladera sobre Vilariño, y más arriba de la antigua nacional en Sabadelle (Pereiro de Aguiar) se dieron por controlados por la mañana. Antes, los servicios de extinción tuvieron que sofocar otro pequeño incendio en Velle y dos más en Prexigueiró y Tibias (Pereiro). Al mediodía, el balance del siniestro bajo control más grande eran 4 hectáreas de arbolado entre Vilariño, la OU-0506 y el regato de Parada. Brigadistas y bomberos trabajaban en los perímetros. Algunos había llegado la noche anterior desde distintos puntos de la provincia.

Pero seguía activo uno de los fuegos en Vilariño. Después de comer las llamas se reavivaron. Y esta vez más cerca de las casas. Como en A Caseta, al borde de la C-546, la vieja carretera a Monforte. Vecinos con mangueras protegían sus casas mientras las brigadas con ayuda de palas, motobombas y un par de helicópteros apagaban el fuego.

El incendio, que había comenzado la noche anterior poco antes de las doce afectaba en una primera estimación a 30 hectáreas de superficie. A media tarde se decretó el nivel 2 provisional (más tarde desactivado) y se requirió mayor esfuerzo aéreo. Los refuerzos llegaron desde otras bases de fuera de la provincia (ayer la más castigada por las llamas). También desde Plasencia voló un helicóptero Kamov, aunque la noche se echó encima sin que desde el aire se pudiese controlar el siniestro.

Los siete incendios entre el Miño y Pereiro de Aguiar pusieron en alerta a numerosos pueblos. También en la margen izquierda, más al oeste, en Alongos, un fuego declarado a las 4,45 de la madrugada requirió del trabajo de las brigadas de tierra para su control. Medio Rural no ofrecía anoche estimación de pérdidas en este siniestro.

O Xurés

Entre las evaluaciones provisionales que sí pudieron hacer los técnicos de la consellería, en Entrimo, en el pueblo de Guxinde se perdieron unas 50 hectáreas. Todas dentro del Parque Natural de O Xurés, amenazado también por el incendio en la parte portuguesa en Terras de Bouro. En Calvos de Randín, los medios españoles actuaron para frenar el fuego. Anoche el peligro parecía conjurado, pero las pérdidas al otro lado de la raia están por determinar. Aquilino Valencia, el alcalde de Calvos de Randín, señalaba por la tarde que la superficie quemada en territorio español había sido mínima gracias a los equipos antiincendios -hasta 11 brigadas, 6 palas, 2 helicópteros y 1 avión, según Medio Rural-. En Entrimo, el alcalde, Ramón Alonso, indicaba que el fuego llegó casi al cementerio de Guxinde y en los primeros momentos se acercó mucho a las casa, pero un cambio en la dirección del viento alejó las llamas hacia el monte.

Montederramo y Vilariño

Los refuerzos aéreos también fueron necesarios ayer para sofocar los incendios en Montederramo -16 hectáreas en una primera estimación tras ser controlado a las 20,11- y Vilariño de Conso -controlado a esa hora aunque sin cifras de superficie calcinada-. Intervino al menos un Foca con base en Lavacolla.

Dentro del distrito XII, el que incluye la ciudad, también hubo fuegos Vilarrubín (A Peroxa), y en Betán (Baños de Molgas) se declararon tres -dos de ellos de anochecida, con menos de diez minutos de diferencia-. Al cierre, la consellería no ofrecía una estimación de la superficie quemada en estos fuegos, que seguían en situación de activos (salvo el primero en Betán, que a las 5 de la tarde había quedado extinguido).

Al noroeste, en el distrito XI, se registraron siniestros en San Cristobo de Cea, en Longoseiros (O Carballiño), en Piñor, en Vilar de Condes (Carballeda de Avia). En alguno de ellos, como en el caso de Longoseiros, con riesgo para casas. Los equipos de emergencias municipales de O Carballiño intervinieron para auxiliar a los vecinos. El fuego quedó controlado en apenas hora y media, pero llegó muy cerca de las casas.

Entre el sábado y el domingo se registraron 22 incendios en la provincia de Ourense. Ayer fueron dieciséis los que este periódico pudo contrastar con Medio Rural. Al cierre, al menos media docena, entre ellos los más grandes, continuaban activos. El despliegue de medios humanos y materiales en una sola jornada también batió los registros de lo que va de verano. El balance de pérdidas todavía tardará en conocerse.

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