Las gasolineras de Taboadela y Allariz sufren sendos robos

photo_camera El cristal de la puerta de acceso a la gasolinera de Allariz fracturado por los ladrones.

Los ladrones se llevaron dinero de una caja y objetos a la venta tras violentar la puerta de las tiendas 

Dos estaciones de servicio situadas en la carretera Nacional 525, en el tramo comprendido entre San Cibrao das Viñas y Allariz, fueron víctimas de los ladrones durante la madrugada de ayer. Las gasolineras están en los términos municipales de Taboadela y Allariz y se sospecha que los autores de los robos pudieron ser las mismas personas, ya que utilizaron la misma forma de actuar.

En la estación de servicio de Tab oadela, psituada en el punto kilométrico 226 de la carretera N-525, que sólo está abierta al público entre las 07.00 y las 22.00 horas, los ladrones fracturaron la puerta de acceso al local. En el interior los encargados de la misma nunca dejan dinero, según señalan, por lo que los ladrones se llevaron algunos de los objetos y productos que tiene a la venta el establecimiento, que tienen pendiente de valoración, así como la de los daños.

Robo en Allariz

A escasos diez kilómetros por la N-525, en el punto kilométrico 216 y en pleno acceso a la villa se encuentra la otra gasolinera visitada por los ladrones. Según relataban sus trabajadores, los amigos de lo ajeno rompieron la persiana y el cristal de la puerta de entrada y accedieron al interior del establecimiento, de donde se llevaron el cambio de la máquina registradora, en la que calculan que podría haber unos 500 euros, bebidas alcohólicas y “arrancaron la máquina de tabaco para llevarse los paquetes y el cambio que había dentro”, relataban desde el establecimiento alaricano, al tiempo que reconocían que “aún no se ha valorado el importe de lo sustraído, ni de los daños”

Calculan los trabajadores que el robo se pudo producir entre las doce y las cinco de la madrugada. “A esa hora vino la persona que nos deja los periódicos y, al ver que estaba el cristal roto, se marchó”, relataba ayer uno de los trabajadores de la estación de servicio, que no se percataron del suceso “hasta que vinimos a abrir a las siete de la mañana y vimos todo el destrozo”. Y es que, a pesar de las medidas se seguridad que dispone el establecimiento “la alarma no saltó hasta que entraron los de la policía judicial”, lamentaban desde el establecimiento, que ya en 2008 sufrió un atraco similar.

Te puede interesar