Los alcaldes prevén recortes ante la progresiva reducción de ingresos

'Habrá que centrarse en los servicios básicos'

Después de ingresar menos de lo que había previsto, el Estado descontará a Pereiro de Aguiar algo más de 281.000 euros. Mientras, el Concello reclama a la Administración central alrededor de 80.000 euros por el agua que consume la cárcel y es uno de los cuatro gallegos que cuentan con prisiones que, entre otras cosas, pretenden que el Ministerio del Interior pague el IBI de las cárceles o compense el hecho de que los internos no estén empadronados.
Y es que los ingresos de los municipios son cada vez más limitados pero los servicios que prestan, muchas veces más allá de sus propias competencias, no cesan de crecer. 'Teñen que resolver dunha vez o financiamento municipal', reivindica Manuel Doval, teniente de alcalde de Pereiro, que no entiende que 'o Estado tome determinadas decisións, como suprimir o imposto de actividades económicas ás empresas que facturen menos dun millón de euros, e iso despois nos repercute a nós, que vemos que ó mellor temos tres empresas que facturan 990.000 euros e non pagan o imposto e o concello do lado ten dúas que ingresan un millón e sí cobran ese imposto'.

Los gobiernos locales esperan las instrucciones de la Federación de Municipios y Provincias para ver cómo pueden afrontar la situación aunque muchos ven ya en el horizonte recortes importantes. 'Tenemos que hacer un estudio sobre el coste de todos los servicios y tomar decisiones. Hay servicios que cuestan 100 y los estamos prestando por cinco y eso va a ser imposible de mantener. Habrá que poner sobre la mesa muchas cosas', explicaba Juan Jiménez, alcalde de Verín. En la senda de apretarse el cinturón camina también el Concello de Ribadavia, cuyo alcalde, Marcos Blanco, afirma que 'habrá que prescindir de las cosas más superfluas y centrarse en servicios básicos para que la gente no pierda calidad de vida, como educación, cultura y servicios sociales'. El regidor socialista, que culpa a la Xunta por la falta de ayudas, explica que el Concello reducirá determinadas subvenciones y que, en el caso de las fiestas del Portal, 'tendremos las que podamos tener. Si se quieren mejores, los vecinos tendrán que colaborar', asegura.

El gran problema de las instituciones locales es la reducción de los ingresos. 'A veces, lo que más nos preocupa es esta disminución', afirma el alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes, que no realiza un análisis más pormenorizado de la situación económica municipal porque el Concello ha encargado una auditoría para analizarla.

Y aunque hay municipios que han realizado ya recortes en determinados servicios (líneas de transporte), otros, como el de O Barco, aseguran tener una buena situación económica, aunque su alcalde, Alfredo García, también reconoce que 'hay que ser más exigente en el gasto e intentar prestar los servicios de la forma más austera posible'.

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