Lo conoció por internet, empezaron una relación sentimental y, poco después, lo denunció por estafarle un total de 10.800 euros, que supuestamente ella le había dejado para poner en marcha una agencia de viajes. Estos son los hechos por los que ayer fue juzgado un hombre en Ourense, que se hacía pasar por piloto de Iberia. El acusado negó los hechos, aunque la historia de la víctima, que declaró tras un biombo, es muy parecida a la de al menos otras cinco mujeres que también lo denunciaron.
Con una cazadora que parecía sacada de la Fórmula Uno -supuestamente se hacía pasar por representante de una escudería cuando fue detenido en Zaragoza-, Francisco G.M. compareció ayer en el juzgado acusado de una presunta estafa, una de las varias por las que fue denunciado.
Los hechos por los que ayer se le juzgaba y por los que se enfrenta a dos años de cárcel ocurrieron en 2002, cuando inició una relación sentimental con una ourensana. Según declaró la víctima, se conocieron por internet a principios de aquel año y la relación fue prosperando hasta que él decidió instalarse en la ciudad. Él me decía que era piloto de Iberia, por eso a veces se marchaba y desaparecía, aseguró la víctima. Además de su palabra, la joven afirmó que el acusado le había enseñado fotos con un avión y en alguna ocasión se había presentado en su casa vestido de piloto. En el contexto de aquella relación ella presuntamente le entregó 7.800 euros para poner en marcha una agencia de viajes, cifra a la que luego añadió otros 3.000 euros para los equipos informáticos. Según la víctima, el cáracter agradable y dulce del joven cambiaba cuando no hacía lo que e quería, se ponía violento y agresivo.
Francisco G.M. no sólo negó que su ex novia le entregó dinero sino incluso que le hubiera dicho que era piloto. Lo único que le dije es que tenía un curso de aviación civil, declaró.
La historia que le atribuyen al acusado, de 34 años, parece sacada de la película Atrápame si puedes, protagonizada por Leonardo Di Caprio. No en vano, acumula al menos otras cinco denuncias en las que supuestas ex parejas de Madrid, Sevilla o Cádiz le acusan de haberles estafado dinero tras presentarse él como ingeniero aeronáutico o piloto. Una de ellas incluso dice que la fue a buscar a un aeropuerto vestido de piloto.
'Yo aporté más dinero'
El acusado negó también su intención de poner en marcha una agencia de viajes en la ciudad, proyecto que atribuyó a su ex pareja. En su declaración aseguró que aporté yo más (dinero) que ella. Yo compré en Vitoria una moto de 9.000 euros y también puse dinero en los viajes que hicimos y en cosas para la casa, algo que negó la mujer, que aseguró que estaba continuamente pidiendo dinero. Nunca llevaba documentos ni tarjetas, ni nada, aunque traía a veces dinero en efectivo. La defensa del acusado alegó al iniciarse el juicio la prescripción del delito, mientras que el fiscal considera que no ha prescrito. La magistrada se pronunciará sobre esta cuestión en la sentencia. El acusado se encuentra en prisión provisional después de estar en busca y captura.
Los hechos por los que ayer se le juzgaba y por los que se enfrenta a dos años de cárcel ocurrieron en 2002, cuando inició una relación sentimental con una ourensana. Según declaró la víctima, se conocieron por internet a principios de aquel año y la relación fue prosperando hasta que él decidió instalarse en la ciudad. Él me decía que era piloto de Iberia, por eso a veces se marchaba y desaparecía, aseguró la víctima. Además de su palabra, la joven afirmó que el acusado le había enseñado fotos con un avión y en alguna ocasión se había presentado en su casa vestido de piloto. En el contexto de aquella relación ella presuntamente le entregó 7.800 euros para poner en marcha una agencia de viajes, cifra a la que luego añadió otros 3.000 euros para los equipos informáticos. Según la víctima, el cáracter agradable y dulce del joven cambiaba cuando no hacía lo que e quería, se ponía violento y agresivo.
Francisco G.M. no sólo negó que su ex novia le entregó dinero sino incluso que le hubiera dicho que era piloto. Lo único que le dije es que tenía un curso de aviación civil, declaró.
La historia que le atribuyen al acusado, de 34 años, parece sacada de la película Atrápame si puedes, protagonizada por Leonardo Di Caprio. No en vano, acumula al menos otras cinco denuncias en las que supuestas ex parejas de Madrid, Sevilla o Cádiz le acusan de haberles estafado dinero tras presentarse él como ingeniero aeronáutico o piloto. Una de ellas incluso dice que la fue a buscar a un aeropuerto vestido de piloto.
'Yo aporté más dinero'
El acusado negó también su intención de poner en marcha una agencia de viajes en la ciudad, proyecto que atribuyó a su ex pareja. En su declaración aseguró que aporté yo más (dinero) que ella. Yo compré en Vitoria una moto de 9.000 euros y también puse dinero en los viajes que hicimos y en cosas para la casa, algo que negó la mujer, que aseguró que estaba continuamente pidiendo dinero. Nunca llevaba documentos ni tarjetas, ni nada, aunque traía a veces dinero en efectivo. La defensa del acusado alegó al iniciarse el juicio la prescripción del delito, mientras que el fiscal considera que no ha prescrito. La magistrada se pronunciará sobre esta cuestión en la sentencia. El acusado se encuentra en prisión provisional después de estar en busca y captura.
