La Concejalía de Igualdade de Ourense rindió ayer un homenaje a laPasionaria Blanca, una defensora de los derechos de los trabajadores ferroviarios y sus viudas. Aunque su objetivo era poner su nombre a un jardín de la estación de San Francisco, por ahora no podrá ser porque hay otra propuesta para dedicar este lugar a Antón Tovar.
Aunque la Concejalía de Igualdade del Concello de Ourense pretendía dedicar a Nieves Fariza Alonso -una mujer destacada de la vida ourensana que fue conocida popularmente como La Pasionaria Blanca por su defensa de los derechos de los trabajadores del ferrocarril y de sus viudas- la zona ajardinada que está situada sobre el túnel de la estación de San Francisco, finalmente no pudo ser. Con todo, este acto, con el que se clausuró la semana de conmemoración del Día Internacional de la Mujer organizada por el Concello, estuvo cargado de emotividad.
Según explicó la edil Marta Arribas, cuando presentó en el Concello su propuesta ya había otra para poner a esta plaza el nombre del poeta Antón Tovar. Y ahora hay que esperar a ver cuál sale adelante. Mientras tanto, su hijo José Emilio Martínez Fariza y su nieto plantaron en su memoria un peral ornamental en este parque.
Sin embargo, tal y como afir mó Francisco Boluda, miembro de la Asociación Foula, que participó en la organización del homenaje, éste es un sitio ideal y simbólico (su marido trabajó aquí) para rendir homenaje y reconocimiento al trabajo realizado por una mujer que luchó por los derechos de los trabajadores del ferrocarril y sus mujeres, que hoy tienen una vida dig na gracias a ella, porque antes no había derecho a percibir pensiones.
Pero esta contrariedad no deslució el homenaje, en el que estuvieron presentes sus descendientes: su único hijo, que aún vive, sus nietos y bisnietos; así como familiares de los trabajadores del ferrocarril, a los que ella defendió.
Según explicó la edil Marta Arribas, cuando presentó en el Concello su propuesta ya había otra para poner a esta plaza el nombre del poeta Antón Tovar. Y ahora hay que esperar a ver cuál sale adelante. Mientras tanto, su hijo José Emilio Martínez Fariza y su nieto plantaron en su memoria un peral ornamental en este parque.
Sin embargo, tal y como afir mó Francisco Boluda, miembro de la Asociación Foula, que participó en la organización del homenaje, éste es un sitio ideal y simbólico (su marido trabajó aquí) para rendir homenaje y reconocimiento al trabajo realizado por una mujer que luchó por los derechos de los trabajadores del ferrocarril y sus mujeres, que hoy tienen una vida dig na gracias a ella, porque antes no había derecho a percibir pensiones.
Pero esta contrariedad no deslució el homenaje, en el que estuvieron presentes sus descendientes: su único hijo, que aún vive, sus nietos y bisnietos; así como familiares de los trabajadores del ferrocarril, a los que ella defendió.
