La actual legislación no ha reducido las ventas, que aumentaron un 5% desde antes de su entrada en vigor

Los hosteleros ourensanos prevén graves pérdidas si se endurece la ley antitabaco

Un cigarrillo se consume en un cenicero.
El endurecimiento de la ley antitabaco previsto para 2010, que prohibirá fumar en todos los establecimientos públicos cerrados, ha provocado la oposición del sector hostelero, que teme por una caída del 10% en su cifra de negocio. La Federación de Hostelería ha trasladado a la ministra de Sanidad un estudio de las ‘consecuencias catastróficas’ que les reportaría.
La previsión del Ministerio de Sanidad de que en 2010 pueda entrar en vigor la prohibición de fumar en todos los espacio públicos cerrados -entre los que estarían los locales de ocio y restaurantes- ha generado una fuerte oposición en el sector ourensano, que ya en 2006 tuvo que adaptarse, no sin dificultades, a la actual ley antitabaco.

Entonces, los locales de menos de 100 metros cuadrados (que suponen el 805) debían optar por ser establecimientos de fumadores o no fumadores, mientras que los de mayor superficie tuvieron que diferenciar un área para fumar, con los sistemas de protección y extracción de humos, con obras que supusieron un coste medio de 15.000 euros. Sólo cuatro años después, estas reformas quedarían inservibles, y la prohibición de fumar en cualquier establecimiento hostelero causaría una reducción del 10 por ciento en el volumen de negocio, según estiman los profesionales del sector consultados por este diario.

El presidente de la Federación de Hostelería de Ourense, Ovidio Fernández Ojea, sostiene que esta medida tendría una grave repercusión sobre los negocios y el empleo, que se uniría a la crisis económica que ya los atenaza. Por ello, a través de la federación nacional del sector han trasladado a la ministra un estudio de las ‘consecuencias catastróficas’ que les reportaría.

Por su parte, el hostelero Luis Cid -uno de los más combativos en Ourense contra la actual ley antitabaco- critica que la ley se modifique tan sólo tres años después de su entrada en vigor y considera que va a causar un ‘daño muy grave’. Así, alega que los locales de hostelería no son de acceso obligatorio (como otros lugares públicos), y plantea que se adopten otras medidas, como más acciones educativas, exigir a las tabaqueras menos aditivos o incentivar a los locales exclusivos de no fumadores (por ejemplo, bajando impuestos).

Por su parte, las previsiones de Ministerio de Sanidade miran el horizonte cercano de 2010 para llevar a la práctica la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados. Según aseguró la ministra Trinidad Jiménez, recientemente, ya ‘existe un grado de consenso bastante amplio’, invocando la protección a la salud como principal argumento.

Desvío del consumo

El consumo de tabaco en Ourense no ha disminuido tras la aplicación de la Ley Antitabaco. El año pasado se vendieron en Ourense 26,3 millones de cajetillas, cuando en 2005 (antes de su entrada en vigor) se habían comercializado 25,1 millones, lo que supone un aumento de casi el 5%. Sí se observa una mayor influencia en las ventas del precio del tabaco, pues el encarecimiento de principios de 2009 contuvo las ventas de cigarrillos, e hizo crecer las de cigarros y de tabaco de liar o pipa, como se refleja en los datos de 2009.

Entre enero y octubre de este año descendieron ligeramente las ventas de cajetillas con respecto al mismo periodo de 2008 y crecieron las de otros productos.

Venta de cigarrillos en los locales de prensa

Los locales de venta de prensa podrán, a partir de hoy, vender tabaco en sus establecimientos según el artículo 46 de la conocida como Ley Omnibus, que entra en vigor este lunes. Dicha ley recoge una modificación del artículo 4 de la Ley Antitabaco por el que quedaba prohibido que este tipo de establecimientos vendieran cajetillas no así en los quioscos.





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