Los delitos contra la seguridad del tráfico apenas tienen incidencia en el conjunto de expediente incoados en la jurisdicción de menores. Si bien los delitos por conducción sin licencia o permiso (artículo 384 del Código Penal) se habían incrementado hasta 2010, el pasado año la tendencia se paralizó, pasando de 26 a 21.
Ahora bien, la conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas -el caso de la menor accidentada en Os Remedios- al igual que la conducción temeraria no había sumado ningún caso en los dos últimos años.
La delincuencia perpetrada por menores de 18 años experimentó hasta 2011 un aumento considerable sobre todo por la incidencia que habían tenido hasta entonces infracciones penales relacionadas con daños (el pasado año disminuyeron un 50%), los robos con fuerza y, sobre todo, los hurtos.
Según aseguran los dos fiscales asignados al Servicio de Menores en Ourense en su última memoria de actividad, 'semanalmente los efectivos policiales proceden a la detención de entre cinco y siete menores'.
El delito con origina más expedientes en el Juzgado de Menores son los hurtos (55 en 2011); los robos con fuerza (41) y la violencia doméstica intrafamiliar (47), ejercida por jóvenes sobre sus padres y hermanos. Los fiscales ponen el acento en el incremento evidenciado desde el año 2009 y en el hecho de que 'la denuncia formulada por los padres es el último recurso ante una situación familiar límite y una convivencia imposible'. Pero el mayor problema reside -dicen los fiscales de Menores- en que los progenitores no sólo tardan tiempo en poner en conocimiento del juzgado esa conducta delictiva sino que acaban perdonando. Hasta el punto en que el día del juicio justifican el comportamiento de su hijo o se acogen a su derecho a no declarar, lo que acaba redundando en una sentencia absolutoria.
Los fiscales echan en falta más recursos de cara a las medidas cautelares interesadas para condenar a los infractores. 'La medida de convivencia con un grupo educativo, cuya eficacia está demostrada en otras provincias, no tiene cabida en Ourense'.
La delincuencia perpetrada por menores de 18 años experimentó hasta 2011 un aumento considerable sobre todo por la incidencia que habían tenido hasta entonces infracciones penales relacionadas con daños (el pasado año disminuyeron un 50%), los robos con fuerza y, sobre todo, los hurtos.
Según aseguran los dos fiscales asignados al Servicio de Menores en Ourense en su última memoria de actividad, 'semanalmente los efectivos policiales proceden a la detención de entre cinco y siete menores'.
El delito con origina más expedientes en el Juzgado de Menores son los hurtos (55 en 2011); los robos con fuerza (41) y la violencia doméstica intrafamiliar (47), ejercida por jóvenes sobre sus padres y hermanos. Los fiscales ponen el acento en el incremento evidenciado desde el año 2009 y en el hecho de que 'la denuncia formulada por los padres es el último recurso ante una situación familiar límite y una convivencia imposible'. Pero el mayor problema reside -dicen los fiscales de Menores- en que los progenitores no sólo tardan tiempo en poner en conocimiento del juzgado esa conducta delictiva sino que acaban perdonando. Hasta el punto en que el día del juicio justifican el comportamiento de su hijo o se acogen a su derecho a no declarar, lo que acaba redundando en una sentencia absolutoria.
Los fiscales echan en falta más recursos de cara a las medidas cautelares interesadas para condenar a los infractores. 'La medida de convivencia con un grupo educativo, cuya eficacia está demostrada en otras provincias, no tiene cabida en Ourense'.
