Los vecinos de un buen número de localidades de la provincia y, especialmente, de O Barco, Celanova y Xunqueira, volvieron a decorar las calles de sus villas con las tradicionales alfombras florales. El madrugón mereció la pena, ya la vista de los resultados conseguidos no faltaron quienes defendieron la necesidad de conservar, al menos durante un par de días, estas espectaculares creaciones populares.
Su vida es efímera. Apenas supera media docena de horas, que son las que separan el inicio de los trabajos, en la madrugada del mismo domingo, hasta el paso de la procesión del Corpus Christi.
En O Barco, las calles Real, de San Mauro y San Roque, además de la Praza da Igrexa, sirvieron de lienzos para que los vecinos dibujasen sobre ellas imágenes de muy diferentes estilos. Primaron las escenas religiosas. Lógico, ayer fue el Corpus Christi. Pero también hubo quien prefirió recurrir a otros temas, como la reproducción del Guernica confeccionada en la calle de San Mauro.
La avanzada edad de los vecinos del casco antiguo de O Barco imposibilita a muchos de ellos para ponerse manos a la obra. Una situación que es muy similar a la que vive Celanova. En el caso barquense, los socios de Porto da Barca, colectivo que preside Pilar Pérez Bustillo y que coordina la elaboración de las alfombras florales, tuvieron que multiplicarse para cubrir las vacantes. El aumento del trabajo provocó que, minutos antes de que la procesión del Corpus abandonase la iglesia de Santa Rita, a escasos 100 metros del casco antiguo, un buen número de personas permaneciesen arrodillados sobre la calle, concentrados en dar los últimos retoques a los dibujos.
En Xunqueira, a lo largo de la procesión cuatro altares representaban los cuatro puntos cardinales, uno de ellos con la figura del 'mayo'
También Celanova vivió una jornada ajetreada durante toda la madrugada, con el fin de tener preparado el mosaico floral, unas coloridas e impactantes obras de arte que sirvieron de efímera alfombra para los niños que ayer celebraron la primera comunión y que fueron recibidos con una lluvia de pétalos de flores durante la procesión.
En O Barco, las calles Real, de San Mauro y San Roque, además de la Praza da Igrexa, sirvieron de lienzos para que los vecinos dibujasen sobre ellas imágenes de muy diferentes estilos. Primaron las escenas religiosas. Lógico, ayer fue el Corpus Christi. Pero también hubo quien prefirió recurrir a otros temas, como la reproducción del Guernica confeccionada en la calle de San Mauro.
La avanzada edad de los vecinos del casco antiguo de O Barco imposibilita a muchos de ellos para ponerse manos a la obra. Una situación que es muy similar a la que vive Celanova. En el caso barquense, los socios de Porto da Barca, colectivo que preside Pilar Pérez Bustillo y que coordina la elaboración de las alfombras florales, tuvieron que multiplicarse para cubrir las vacantes. El aumento del trabajo provocó que, minutos antes de que la procesión del Corpus abandonase la iglesia de Santa Rita, a escasos 100 metros del casco antiguo, un buen número de personas permaneciesen arrodillados sobre la calle, concentrados en dar los últimos retoques a los dibujos.
En Xunqueira, a lo largo de la procesión cuatro altares representaban los cuatro puntos cardinales, uno de ellos con la figura del 'mayo'
También Celanova vivió una jornada ajetreada durante toda la madrugada, con el fin de tener preparado el mosaico floral, unas coloridas e impactantes obras de arte que sirvieron de efímera alfombra para los niños que ayer celebraron la primera comunión y que fueron recibidos con una lluvia de pétalos de flores durante la procesión.
