La planta ourensana optó por concentrar vacaciones en junio al aplazarse los parques previstos

La incertidumbre de tarifas lastra los proyectos de T Solar

Instalaciones de T-Solar, en el Parque Tecnológico. (Foto: José Paz)
La incertidumbre en el mercado de energía fotovoltaica está repercutiendo también sobre la fábrica de paneles solares ubicada en el Parque Tecnológico que, después de ralentizar la producción prevista, ha adelantado a junio las vacaciones de su plantilla. De hecho, durante este mes, la factoría está dedicada sólo a mantenimiento.
El origen del problema está en el anuncio del Ministerio de Industria de cambiar el decreto de 2007 que regulaba las tarifas por las que el Estado compraría la energía los próximos 25 años. Esta modificación no sólo afectaría a los proyectos nuevos, sino que probablemente tenga carácter retroactivo. Esto, para las compañías del sector, supondría un grave impacto, ya que el coste de construcción de las centrales fotovoltaicas ejecutadas entre 2006 y 2008 fue notablemente mayor que el actual. Las empresas del sector no se oponen a que se reduzcan las tarifas, pero sí a su carácter retroactivo.

Este anuncio, que el Ministerio de Industria no confirmará hasta julio, ha causado una importante parálisis en el sector. En concreto, T-Solar (que frenó su salida a bolsa por este motivo) sólo ha construido este año tres centrales, dos en tejados (en la propia planta del Parque Tecnológico y en la Universidad Autónoma de Madrid) y otra sobre suelo (en Saelices, Cuenca, recientemente inaugurada), y está terminando otros proyectos en Italia. Desde la compañía explican que estaban previstos otros parques en España (no concretan cuántos), ahora en suspenso por esa inseguridad jurídica. La producción anual prevista en la planta ourensana era de paneles equivalentes a 45 megavatios y hasta ahora sólo se ha ejecutado menos de la cuarta parte.

Para no seguir acumulando stock, la fábrica de Ourense ha concentrado todas las vacaciones en junio y durante este mes no está produciendo. Una situación que ha generado preocupación en los trabajadores, pero desde la compañía argumentan que la plantilla se incorporará el 5 de julio y, si bien no quieren hablar de posibles recortes de personal, sí garantizan que la factoría ourensana 'tiene vida independientemente de lo que ocurra con las centrales previstas en España', ya que es una planta modélica, puntera por su tecnología y 'mimada dentro del grupo', por lo que su producción puede destinarse a 'otros países que están apostando muy fuerte por el sector fotovoltaico'.

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