Expertos apostaron en el Foro Económico de Galicia por la formación y especialización en el sector
Especializarse, innovar, fomentar el asociacionismo o profesionalizar el sector son alguna de las necesidades que tiene en estos momentos el turismo rural gallego. Esta actividad turística fue el eje del análisis que diferentes invitados hicieron ayer en el Casal de Armán de O Ribeiro, a instancias del Foro Económico de Galicia, entidad integrada por investigadores, profesores universitarios o empresarios.
El turismo rural en el siglo XXI, beneficios económicos del gremio en su entorno, creación de un producto y su comercialización o la política a aplicar en el futuro fueron algunas de las ponencias presentadas en esta jornada. En una de las mesas redondas, la que abordó la creación de producto y comercialización, Alexandra Seara, gerente del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, hizo un recorrido por la evolución del sector. Fue en los años 90 cuando se rehabilitaron muchas casas para el turismo rural, persiguiendo subvenciones en algunos casos. Sin embargo, "han cerrado las de la picaresca" y siguen las que han hecho apuestas profesionales. Cree que en el horizonte del 2025 "solo quedarán las profesionales" y sobre la estrategia a adoptar en este modelo apostó por la comercialización detallista, la mejora de las comunicaciones y redes sociales, la creación y fomento de la oferta complementaria, la revisión de los marcos legales o la revitalización del asociacionismo.
Esta es una debilidad que también percibió Cesáreo Pardal, secretario del Clúster de Turismo de Galicia. En su opinión, "as asociacións están desaparecendo" y abogó por una vuelta a la unidad para crear sinergias en un sector muy atomizado. Recordó que de las 600 casas rurales que hay en Galicia pocas son las que están gestionadas por los propietarios. En ese caso el nivel de ocupación supera el 80%, aunque las cifras oficiales hablan de un 20 o un 25%, diferencias que atribuye a que ambos extremos "no son contrastables". Cesáreo Pardal apuesta por la formación como estrategia, pero también por la modernización de las viviendas y por crear una central de reservas del turismo rural gallego que genere volumen de reservas.
