nn La ciberdelincuencia ha dejado de ser un problema ajeno a una provincia como Ourense, con índices de criminalidad bajos en relación al del conjunto del Estado.
De hecho, el volumen de causas que pasan por los juzgados de instrucción de la provincia tienen ya que ver, en un ocho por ciento, con delitos y faltas cometidos a través de internet, según fuentes de la Justicia ourensana. 'Y la previsión es que estas cifras se multipliquen en los próximos años', añaden. Hace apenas dos años, señalan desde la Fiscalía provincial, la red 'no era tanto el medio para la comisión delictiva como la vía de contacto sobre la que con posterioridad se cometían delitos contra el patrimonio y el orden socio-económico'. El panorama ha cambiado. 'Hoy nos encontramos con la comisión de delitos sexuales, delitos de hackers -perpetrados contra el hardware de las víctimas-, delitos de intrusiones en la intimidad de las personas, delitos de toda clase de estafas, injurias, espionaje industrial o descréditos a empresas, entre otros'.
El phising es uno de los delitos más comunes. Los delincuentes simulan correos electrónicos o páginas web de empresas acreditadas, a fin de inducir a la gente a que revele números de cuenta, contraseñas y otros datos confidenciales. Una vez obtenidos, por medio de terceras personas (muleros) que se ofrecen a cambio de una comisión, los delincuentes transfieren ese dinero a países como Rusia o Rumanía, donde seguir el rastro resulta casi imposible. Las clonaciones de tarjetas, y con cargos altos, son habituales.
La web ha permitido saltos cualitativos. Un juzgado provincial ordenó en pasados días retirar un video de Pornotv, porque un joven que dejó la relación con su novia, colgó un vídeo que habían grabado mientras estuvieron juntos. 'Llevaba cinco días colgado el vídeo y ya había recibido 22.000 visitas. El daño que te hace esto es brutal', señalan desde la judicatura.
Las injurias en foros sociales tampoco son excepcionales. Este problema se le planteó, hace escasas fechas, a dos empresas ourensanas, una relacionada con la sanidad y otra con la asistencia social. En el caso de la segunda, las injurias procedían de sus trabajadores.
El phising es uno de los delitos más comunes. Los delincuentes simulan correos electrónicos o páginas web de empresas acreditadas, a fin de inducir a la gente a que revele números de cuenta, contraseñas y otros datos confidenciales. Una vez obtenidos, por medio de terceras personas (muleros) que se ofrecen a cambio de una comisión, los delincuentes transfieren ese dinero a países como Rusia o Rumanía, donde seguir el rastro resulta casi imposible. Las clonaciones de tarjetas, y con cargos altos, son habituales.
La web ha permitido saltos cualitativos. Un juzgado provincial ordenó en pasados días retirar un video de Pornotv, porque un joven que dejó la relación con su novia, colgó un vídeo que habían grabado mientras estuvieron juntos. 'Llevaba cinco días colgado el vídeo y ya había recibido 22.000 visitas. El daño que te hace esto es brutal', señalan desde la judicatura.
Las injurias en foros sociales tampoco son excepcionales. Este problema se le planteó, hace escasas fechas, a dos empresas ourensanas, una relacionada con la sanidad y otra con la asistencia social. En el caso de la segunda, las injurias procedían de sus trabajadores.
