Iván Ferreiro: ‘No sé si mis canciones son historias pero desde luego cuentan algo'

Con el cartel de "entradas agotadas", se subirá hoy, a las 20,30 horas, Iván Ferreiro al escenario del Teatro Principal para ofrecer a sus fieles seguidores un concierto acústico que, sin duda, quedará en la memoria. Enmarcado en la ICC Week y con la colaboración de Mahou, este concierto es, como asegura el propio artista, "algo especial que hacemos para Ourense, porque he tocado muy poco en esta ciudad, no sé por qué no me llamábais". 

¿Qué marca la diferencia de un acústico?

Me gusta tocar en todos los formatos, pero hoy vereis uno de los conciertos que más dominamos. Estos últimos años nos pusimos, Amado y yo, a hacer un montón de acústicos y a mejorarlos hasta conseguir un algo que nos emocionara todo el rato. Estos conciertos son muy puros, muy limpios, y nos permiten dejarnos llevar por las emociones y existe una respuesta del público que se siente todo el rato.

Entradas agotadas en 24 horas, ¿uno se acostumbra o le hace sentir algo especial?

Uno nunca se acostumbra a algo así, jamás. Yo la verdad es que soy un poco primaveras y siempre que toco me parece que será la última vez que me van a dejar tocar. Me emociona cada aplauso, incluso más que cuando era joven, porque uno entiende la profundidad de lo que está pasando. Tengo la sensación de que tengo un trabajo precioso y un oficio que depende todo el rato del que escucha.

Abandonó durante un tiempo el primer plano, ¿fue una necesidad?

Sí, lo necesitaba. Llevaba los últimos 15 años sin parar, con giras, y necesitaba un tiempo para mí, para aprender a aburrirme, soy hiperactivo y siempre que acababa una gira necesitaba otro proyecto, y otro proyecto, y hace año y medio decidí parar y ponerme a escribir el disco nuevo, que saldrá octubre, necesitaba estar con mi familia, comprarme muebles para casa. Demasiados años de viaje, necesitaba una parada para veme a mí mismo y mirarme al espejo. Creo que siempre es necesario mirar el paisaje. 

¿Sintió la tentación de no volver?

No, para nada, yo tengo una pequeña patología respecto a esto, y creo que, además, no me la quiero curar. 

¿Cómo debe degustarse su música?

Creo que si tiene algo la música es que no hay una receta exacta para degustarla, cada uno tiene libertad de disfrutarla como quiera. En mi caso creo, además, mis canciones tienen ese componente de que el oyente se ve a sí mismo. Son canciones que, aunque cuando las escribo hablo de mí y de cosas mías, pero creo que las canciones gustan porque la gente se ve en ellas, y cada uno pone los personajes, el escenario, y es el oyente el que construye la canción.

¿Las letras deben ser historias?

No necesariamente, creo que cualquier sucesión de palabras acaba  siendo una historia de alguna manera, aunque sea algo estático, y no sé si realmente mis canciones son historias, pero sí son planteamientos de cómo me siento o de cómo no me siento. No sé si son historias, pero cuentan algo.

¿Es más fácil o más difícil llegar ahora como músico?

Es difícil valorar eso, porque empecé en un sitio, y tuve el apoyo de la Warner que es mi compañía desde hace 25 años y he tenido la suerte de que cuando llegó el mundo de internet la gente ya sabía a quien buscar. Creo que el problema lo tienen más los nuevos, ya que es muy difícil hacerse ver en ese maremagnum de grupos, solistas, bandas... pero yo tengo una teoría que no puedo demostrarla, y es que creo que las canciones bonitas y las canciones buenas acaban llegando de alguna manera siempre.