Tráfico

Jácome amenaza con multas por velocidad: "Es lo que hay”

Emilio González Afonso, Gonzalo Pérez Jácome y David Llorente, durante el acto en Juan XXIII (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Emilio González Afonso, Gonzalo Pérez Jácome y David Llorente, durante el acto en Juan XXIII (MARTIÑO PINAL).
El alcalde aprovecha el cambio normativo para incumplir otra promesa: no construirá el carril bici

La confluencia de las calles Juan XXIII y Concejo, dos de las vías en las que regirá como límite de velocidad los 30 kilómetros por hora, fue el lugar escogido por los responsables institucionales para escenificar el inicio de la nueva etapa en materia de movilidad urbana. El subdelegado del Gobierno, Emilio González Afonso; el jefe provincial de Tráfico, David Llorente; y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, acudieron acompañados de responsables de la Policía Local y la Guardia Civil para poner en valor la medida que entró ayer en vigor.

Sorprendió, sin embargo, la intervención del regidor ourensano, que tras anunciar que esta legislación “nos viene como anillo al dedo porque se va a pacificar la ciudad”, fue preguntado por cómo se establecerían los mecanismos de vigilancia, dada la falta de medios materiales y personales en la Policía Local. Jácome amenaza con un incremento de las sanciones por velocidad, poniendo como ejemplo la avenida de la Habana: “Vemos que bajan a 60 o 70 kilómetros por hora, tendremos que empezar con las sanciones, es lo que hay”.

Además, mientras las directrices del plan de movilidad aprobado en junta de gobierno continúan sin tenerse en cuenta, Jácome se escudó en la entrada en vigor de la modificación de los límites de velocidad para asegurar que no tiene pensado cumplir otra de sus propuestas del mandato, como es la construcción de un carril bici que atraviese la ciudad.

“Que casi todas las calles sean de velocidad 30 nos hace replantearnos que casi de facto todos los carriles sean bici. Pueden convivir y se puede excluir la posibilidad de hacerlo, porque la convivencia será mucho más fácil”, señaló el regidor pese a que no ha cambiado nada la fisionomía de las calles de la ciudad.

Asimismo, Jácome deslizó que pese a que, como ya hicieron otros gobiernos locales, se podían haber adoptado estas medidas previamente, no lo hizo por miedo al rechazo social: “Si fuera algo puntual se consideraría políticamente incorrecta, pero como lo hace el Estado es bueno y creo que no va a haber protestas”.

Por otro lado, insistió en que quiere licitar este año la peatonalización del entorno del Parque de San Lázaro y cambiar de sentido el último tramo de Juan XXIII y la avenida de la Habana.

La reducción de los atropellos y la integración de otros vehículos, claves

Tanto el subdelegado del Gobierno, Emilio González Afonso, como el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, destacaron que la entrada en vigor de la velocidad a 30 kilómetros como norma genérica se convertirá en una medida muy positiva para la pacificación del tráfico, señalando como claves la intención de reducir la cifra de atropellos y la integración de otros vehículos como las bicicletas o los patinetes.

“O obxectivo é protexer á cidadanía en xeral, especialmente maiores e neos, creando cidades seguras e humanizadas, máis saludables”, señaló Emilio González Afonso.

Por su parte, David Llorente puso en valor que todos los municipios cuenten ya con “un mesmo instrumento normativo” para regular la circulación, aunque quiso también dejar claro que “houbo cidades que xa se anticiparon”. Volvió a salir, por tanto, a la palestra el ejemplo de Pontevedra, “onde levan xa 10 anos sen falecidos por atropelos”.

Tras dejar claro que “o futuro vai por aí”, Llorente recordó que los concellos tienen los medios materiales de la Dirección General de Tráfico a su disposición para vigilar el cumplimiento de las medidas. Esta semana, hay ya una campaña a nivel estatal para controlar la velocidad, “polo que nós intentamos colaborar cedendo aparatos”.

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