El alcalde de Ourense ha apuntado que la ciudad necesita una estación intermodal que preste un buen servicio
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, ha resaltado hoy los "avances" producidos en la reunión mantenida a tres bandas con la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, y la Xunta, por lo que cree que se ha dado "un paso importante" para "blindar" el proyecto para la llegada de la Alta Velocidad.
"Es un paso importante habida cuenta de lo que pueda ocurrir en un gobierno posterior y más cuando algunos de los partidos que se postulan por parte de esos gobiernos dijeron que el AVE a Galicia no era prioritario y que se paralizaría", ha apuntado hoy Vázquez, quien ha subrayado en declaraciones a los medios la necesidad de "apurar plazos" para garantizar la llegada del AVE y la integración en la ciudad.
A este respecto, ha confirmado la próxima "licitación inmediata" de algunos tramos correspondientes a la variante exterior así como los avances en el proyecto de la estación intermodal "real".
Preguntado por las posibles contradicciones entre la ministra, quien habló de la creación de un único edificio y de la Xunta, quien apuesta por un edificio anexo, ha precisado que lo que se dijo que es ambos edificios "pueden estar conectados perfectamente".
Para ello, ha destacado, en primer lugar, el compromiso de la Xunta de invertir los "fondos necesarios" para que Ourense pueda contar con una estación de autobuses y que, en su opinión, no choca, con el compromiso del Ministerio para que "se favorezca la intermodalidad dando solución" a la actual estación de tren que ha calificado de "pequeña".
Remitiéndose a declaraciones anteriores, el regidor orensano ha incidido en que la intermodalidad no significa que todos los servicios tengan que estar en un mismo edificio sino que el objetivo es conseguir "sinergias" buscando "el máximo aprovechamiento de los recursos que hay disponibles".
En este sentido, ha apuntado que Ourense necesita una estación intermodal que preste un buen servicio y donde estén garantizado de todos los servicios, rechazando "proyectos faraónicos" propuestos anteriormente por el PSOE, refiriéndose al proyecto de Norman Foster, aprobado por el gobierno socialista y que fue posteriormente descartado por el Gobierno popular.
