Hace 25 años, José Gago inició sus cursos de Tai-chi gratuitos. La iniciativa sigue en pie y ganando empuje.
En 1982, José Gago inauguró el primer gimnasio de Wushu-Kung Fu en Ourense (arte marcial chino) y dos años después propuso al Consello municipal de Deportes iniciar la actividad Deporte para todos, basada en la realización de cursos gratuitos de Tai-chi al aire libre.
Desde entonces esta actividad se repite verano tras verano ganando cada año un mayor número de adeptos.
Hace 25 años apostó por acercar el Tai-chi a la ciudadanía. ¿Qué motivó la puesta en marcha de esta iniciativa?
Tenía un gimnasio de Wushu y el Tai-chi es una parte de ese arte marcial chino que trabaja aspectos muy importantes para controlar el estrés, la ansiedad y mejorar la relajación, temas que están muy al día en la sociedad actual. Además se trata de ejercicios muy suaves aptos para cualquier edad y muy saludables.
Pese a su gran utilidad para la salud aquí eran muy desconocido y lo que me propuse fue darlo a conocer.
Y la gente respondió.
En los primeros años las clases eran en los jardinillos del pabellón de Os Remedios, pero la gente empezó a animarse y tuvimos que cambiar para un lugar que tuviese más capacidad, por lo que nos fuimos a O Posío. En 2006, llegaron a participar casi 300 personas. Mucha gente espera que llegue el verano para asistir a las clases, que son ya una parte de las actividades típicas de Ourense. Estoy muy satisfecho porque veo a los ciudadanos entusiasmados con estas clases.
¿Cuál es la clave del éxito?
Lo que estamos haciendo es una labor muy seria y contrastada, trabajando con la federación española y la china. Los ejercicios están dando resultados en los participantes, que sienten sus beneficios, y creo que ahí está la clave del éxito. El secreto es que el ejercicio funciona y no es un camelo.
¿Ourense es un referente en este campo?
Creo que sí. En ciudades grandes como Madrid o Barcelona a veces se hacen maratones de Tai-chi, pero como algo puntual, en cambio aquí tenemos cursos continuados, de varios días y con mucha participación. En ese sentido Ourense es un referente.
Desde entonces esta actividad se repite verano tras verano ganando cada año un mayor número de adeptos.
Hace 25 años apostó por acercar el Tai-chi a la ciudadanía. ¿Qué motivó la puesta en marcha de esta iniciativa?
Tenía un gimnasio de Wushu y el Tai-chi es una parte de ese arte marcial chino que trabaja aspectos muy importantes para controlar el estrés, la ansiedad y mejorar la relajación, temas que están muy al día en la sociedad actual. Además se trata de ejercicios muy suaves aptos para cualquier edad y muy saludables.
Pese a su gran utilidad para la salud aquí eran muy desconocido y lo que me propuse fue darlo a conocer.
Y la gente respondió.
En los primeros años las clases eran en los jardinillos del pabellón de Os Remedios, pero la gente empezó a animarse y tuvimos que cambiar para un lugar que tuviese más capacidad, por lo que nos fuimos a O Posío. En 2006, llegaron a participar casi 300 personas. Mucha gente espera que llegue el verano para asistir a las clases, que son ya una parte de las actividades típicas de Ourense. Estoy muy satisfecho porque veo a los ciudadanos entusiasmados con estas clases.
¿Cuál es la clave del éxito?
Lo que estamos haciendo es una labor muy seria y contrastada, trabajando con la federación española y la china. Los ejercicios están dando resultados en los participantes, que sienten sus beneficios, y creo que ahí está la clave del éxito. El secreto es que el ejercicio funciona y no es un camelo.
¿Ourense es un referente en este campo?
Creo que sí. En ciudades grandes como Madrid o Barcelona a veces se hacen maratones de Tai-chi, pero como algo puntual, en cambio aquí tenemos cursos continuados, de varios días y con mucha participación. En ese sentido Ourense es un referente.