La población activa cae por el envejecimiento y sólo el 48% de los habitantes están ocupados

Los jubilados son un tercio de la población

Los servicios de atención social cobran gran relevancia en una población envejecida como es el caso de Ourense. En el padrón del 1 de enero de 2012 había en la provincia 330.151 habitantes, de los cuales 109.098 personas eran pensionisas. Sólo el 48% de la población (108.200 personas) estaba ocupada, lo que representa el porcentaje más bajo de España con un 48%, en cifras similares a la vecina Zamora. La población activa en la provincia es de 135.400 habitantes, según la radiografía que presentó el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, para denunciar una situación alarmante.
Y el pasado mes de enero se llegó al récord histórico en cuanto al número de desempleados, ya que se registraron 31.841 personas sin un puesto de trabajo. Según los servicios de empleo, cada día del pasado mes se sumaron a la cola del paro 50 personas.


EMPLEADOS PÚBLICOS

Los empleados públicos, con un total de 22.800 personas, representan el 20% de la población activa y el 17% de la ocupada. La Xunta de Galicia da trabajo a 13.400 personas, la Diputación y los concellos a 5.700 y el Estado a 3.700.

El horizonte para Ourense no pinta nada bien, ya que no sólo cuenta con más jubilados que personas con trabajo, sino que además las pensiones son las más bajas de Galicia. En Ourense se percibe 610,06 euros de media; en Lugo, 622,93; 738,55, en Pontevedra; y 739,29, en A Coruña. La retribución media por pensión en Galicia es de 700,95 euros y en España asciende a 834,99 euros.

Según cálculos del PSdeG, la pérdida por la congelación de las pensiones ha significado 9,6 millones en la provincia. Los funcionarios también dejaron de percibir 27 millones de euros por la supresión de la paga extra de Navidad.

Si un poder adquisitivo inferior es un lastre, Ourense también se desangra en cuanto al número de población. Una de cada tres personas en la provincia tiene más de 65 años y por cada niño o adolescente hay tres mayores. El 'invierno demográfico', como la bautizó Alberto Núñez Feijóo cuando anunció la preparación de un plan para combatir la despoblación, sopla en Ourense con más crudeza. Las cifras vienen a decir que es un problema que habría que tomarse muy en serio para garantizar el futuro de esta tierra envejecida. En 2010 se perdieron 2.000 habitantes y al año siguiente 3.000 personas se cayeron del padrón. La media dice que cada mes hay 100 personas menos en la única provincia exclusivamente interior en Galicia. Los fondos que reclaman los alcaldes para mantener los servicios sociales están más que justificados si se atiende a esta radiografía.

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