El magistrado que dictará la sentencia ordenó la ’inmediata’ puesta en libertad a tenor del veredicto

Un jurado absuelve al acusado de matar a un indigente por la ’poca credibilidad policial’

Wahrani Abdul Majen hace el signo de la victoria al salir de la sala, una vez conocido el veredicto.
’No culpable’. Apenas 24 horas después de que comenzara oficialmente su deliberación, el jurado acordó por unanimidad la absolución de Wahrani Abdul Majen, acusado de matar de una cuchillada a ’el Guindas’ en la ciudad. Al tribunal popular, ’no le parece creíble’ la mayoría de los testimonios de los policías locales que aseguraron que el acusado había reconocido los hechos. Tampoco le parece ’fiable’ la declaración de dos testigos presenciales ni ’suficientemente categóricas’ las pruebas forenses.
Con un liberador ’¡gracias a Dios!’ recibió el argelino Wahrani Majen Abdul la decisión del jurado que lo declaraba no culpable del delito de homicidio del que estaba acusado. Exultante por un veredicto que lo considera autor de la cuchillada que acabó con la vida de Miguel Ángel González, alias ’el Guindas’, en la Praza do Trigo de la ciudad, pero que lo absuelve.

Para el jurado, los hechos ocurridos el 20 de febrero de 2006 transcurrieron de la siguiente manera: ’Wahrani Majen Abdul no llevaba el cuchillo en la mano. Miguel Ángel (la víctima) y Enrique le insultaron y el acusado, al verse insultado, se pelearon, se enzarzaron en una discusión y Miguel Ángel le rajó con el cuchillo en la garganta y en el mentón. Se agravó la situación y el acusado al defenderse en la pelea clavó el cuchillo a Miguel Ángel a la altura del pulmón’.

El jurado considera que no quedó probado que Wahrani Abdul Majen portase el cuchillo (arma homicida), que fuese con intención de matar, que hubiera dicho ’muérete cabrón’ a la víctima y que tirase el cuchillo a una obra vallada.

Las pruebas

Para llegar por unanimidad a su veredicto de ’no culpable’, los nueve miembros del tribunal popular tuvieron en cuenta varios elementos de convicción. Así, entienden que las pruebas presentadas por los forenses ’no fueron suficientemente categóricas’. Los informes de la Policía Científica, que identificaban las muestras de sangre halladas en el arma homicida como del agresor y la víctima, ’no les parecen concluyentes para que influ yan en la resolución del caso’.

Una de las bases de las acusaciones, el testimonio de los policías locales sobre que el acusado se habría reconocido el autor de los hechos cuando llegó a su sede, poco después de ocurrir los hechos, tampoco es respaldada por el jurado. Para éste, ’la mayoría de las declaraciones de los policías no parecen creíbles’. Del mismo modo desecha el otro pilar de las acusaciones, el testimonio de los dos testigos presenciales de los hechos, al afirmar que ’no se consideran fiables’.

Una vez que la portavoz del jurado leyó el veredicto, el magistrado presidente, Manuel Cid Manzano, anunció la absolución del acusado y la orden inmediata de su puesta en libertad, dado que se encontraba en prisión provisional. Él quedó absuelto y el jurado, disuelto.

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