La fiscal solicitó prisión para cinco de ellos por el delito de desobediencia, y para tres, por el de lesiones

Juzgan a siete jóvenes tras una pelea iniciada en un pub que finalizó en el Hospital de Verín

Parte de los acusados, entre amigos y letrados, poco antes de comenzar el juicio. (Foto: Xesús Fariñas)
Hasta siete personas implicadas en una pelea que tuvo lugar en el Hospital de Verín en 2007 fueron juzgadas en el Penal número 2 de Ourense. La fiscal mantuvo la solicitud de prisión para cinco de ellos por el delito de desobediencia.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense dejó visto para sentencia el proceso seguido contra siete jóvenes, cinco de nacionalidad española y dos portuguesa, que el 16 de febrero de 2007 se enzarzaron en una pelea que comenzó en un pub de Verín, para más tarde tener continuidad en las dependencias del hospital. Una conformidad parcial permitió retirar la imputación del delito de lesiones a dos de los implicados. Para Marcos A.B., Antonio A.B. y Óscar B.G., se mantuvo, si bien la pena fue rebajada de dos años a seis meses de prisión, toda vez que reconocieron su participación. Donde no hubo conformidad fue en el delito de desobediencia que también se les imputaba.

El día que ocurrieron los hechos, Marcos A.B. se encontraba en el pub Furancho, cuando reprendió a José A.S. y a Adelico C.S., de nacionalidad portuguesa, por molestar a una joven menor de edad. En ese momento, estos últimos lo tiraron al suelo y lo agredieron, según el Ministerio Fiscal, que les atribuyó una falta de lesiones. La intervención de la Guardia Civil permitió la detención de los agresores. A uno de ellos, los agentes acabaron trasladándolo al hospital, para el tratamiento de una lesión. Allí iba a coincidir con Marcos A.B., quien acompañado por cuatro amigos, lo reconoció sin género de dudas. Al grito de ‘es este’, identificó a su agresor, sobre el que se abalanzaron todos a una. Recibió puñetazos y patadas sin que los agentes que lo habían acompañado pudiesen hacer nada para detener la agresión. Es por eso que la fiscal imputó a los cinco jóvenes españoles un delito de desobediencia, solicitando por ello una pena de cárcel de nueve meses. No fue posible aplacar a los agresores hasta que se sumó a la Guardia Civil la seguridad del hospital. Los letrados de la defensa solicitaron la libre absolución de los cinco jóvenes, y en su defecto, la calificación del delito como simple falta de desobediencia. La responsabilidad civil se fijó en 6.000 euros.


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