Ley de la eutanasia

La elección sobre la muerte

Tras la luz verde del Congreso a la proposición de ley de la eutanasia, colectivos ourensanos dan a conocer sus opiniones. De fondo, la idea de "despolitizar" el asunto y defender el derecho a la propia elección.

La votación favorable del Congreso de la ley de la eutanasia levanta opiniones encontradas entre diversos agentes sociales. Para algunos, se trata del derecho a morir dignamente, reclamado desde hace décadas. Para otros, una cuestión que choca de frente con valores éticos, morales y religiosos. "El debate está muy politizado y muy radicalizado, y es una cuestión que merece ser tratada por todos los agentes implicados", explica Jesús García Mata, jefe del servicio de Oncología del CHUO

Desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente (Dmd) de Galicia, Ascensión Cambrón recuerda la "desesperación" de muchos de los usuarios y familiares que se acercan a la entidad. "Son días de ledicia e ilusión, é un estímulo para todos que este dereito individual deixe de estar penalizado", apunta Cambrón. Un punto de vista similar defiende José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos de Ourense: "Es un derecho social que no se va a confrontar con el del médico, porque hay una objeción de conciencia a la que agarrarse. En mi opinión, es algo lógico y bueno para la sociedad". 

“No lo haría"

Para María de los Ángeles Sousa, diagnosticada de artritis degenerativa, la eutanasia no es una solución. "En mi opinión siempre hay esperanza, ¿qué pasa si mañana te matas y al día siguiente encuentran la vacuna o la medicina que cure tu enfermedad? La ciencia y la tecnología avanzan mucho, tenemos más posibilidades", explica Sousa, que asegura que "respeta" todas las opiniones. "Cada cabeza es un mundo, y cada persona tiene su situación. Yo lo he pasado muy mal, pero creo en el Dios de la vida, y en que solo él tiene el derecho a decidir cuándo te mueres", apunta. En su opinión, la decisión sobre la propia muerte también puede afectar a terceros –familiares, seres queridos–. "No es tan fácil", asegura. 

José Manuel Armesto, delegado episcopal de Pastoral de la salud, defiende que la ley de la eutanasia no parte del "clamor popular", sino de "una opinión de una parte muy limitada de la sociedad". "Se basan en un caso límite puntual para extrapolarlos a la generalidad de los enfermos con patologías graves o limitantes", apunta. Pero Cambrón contesta rápido: "Isto non é unha obriga como a de contribuír a Facenda, senon que é un plus democrático, ofrece a posibilidade".


La importancia del documento de las voluntades anticipadas 


El debate sobre la eutanasia pone de manifiesto la importancia de las voluntades anticipadas, el documento dirigido a los médicos en el que la persona planifica sobre las futuras actuaciones sanitarias. "En Galicia, el porcentaje de voluntades anticipadas es muy bajo, y es muy importante. Cuando el paciente no está en condiciones, cuando no se le puede hablar, este documento nos sirve para saber cómo quiere ser tratado", apunta José Luis Jiménez. "Nos da mucha seguridad a la hora de trabajar, porque no siempre es fácil tomar decisiones", explica. 

En ese documento, la persona puede indicar cómo quiere ser tratado en caso de padecer una enfermedad grave, y dejar clara su postura acerca de la sedación o, si se llegase a aprobar la ley de la eutanasia, sobre su muerte asistida. "Esta regulación aporta non só seguridade aos doentes, senon tamén aos profesionais que os asisten", apunta Ascensión Cambrón.

Cuestiones ideológicas

Para muchos, el debate está "muy politizado", y tiene una profunda carga política detrás. "Creo que esta ley se fija muy poco en el enfermo y demasiado en otros intereses, tanto políticos como de diversa índole", apunta José Manuel Armesto, que se pregunta dónde está la Ley Integral de Cuidados Paliativos a nivel nacional. "Si el enfermo es el centro de todo el sistema sanitario, cómo no se dotan con partidas económicas y humanas suficientes para atender la Ley de la dependencia", apunta. "En este tema es muy importante escuchar las otras opiniones para poder llegar a un consenso real entre todos los agentes", apunta Jesús García Mata.

"Yo no lo haría, para mí siempre hay un atisbo de esperanza"

A María de los Ángeles Sousa le diagnosticaron artritis degenerativa cuando tenía 18 años, hace tres décadas. La enfermedad afecta a los huesos de sus piernas y brazos, y actualmente se mueve en silla de ruedas. "He sufrido mucho en mi vida, pero si sigo aquí creo que es por algo, y por mis convicciones nunca me mataría, creo que siempre hay un atisbo de esperanza", explica Sousa, usuaria de Aixiña y voluntaria en diversas entidades. "Eso sí, respeto las opiniones de los demás, pero yo nunca lo haría, muy mal tendría que verme yo", apunta.

"El debate debe ser sereno, no visceral o radicalizado"

El jefe del servicio de Oncología, Jesús García Mata, defiende que la ley de la eutanasia no debería nacer en el Congreso, sino partir del diálogo entre los diversos agentes involucrados para luego llevarla, si es necesario, al terreno político. "Es un tema para debatir con calma, de forma serena, sin radicalizarse, porque tiene muchas aristas y tiene una connotación ética y moral", asegura. Como sanitario, defiende que no se trata de un tema "puramente" médico, ni tampoco científico, por lo que es importante llegar a una opinión consensuada.

"A los profesionales nos va a dar más seguridad jurídica"

"Todo derecho es positivo para la sociedad", explica José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos de Ourense. Después de leer el borrador de la ley de la eutanasia, Jiménez considera que es un texto "muy garantista", y lo valora "muy en positivo", por encima de las legislaciones de otros países. "A los profesionales nos va a dar más seguridad jurídica, porque es parte del día a día de nuestra especialidad encontrarnos con situaciones difíciles, como la sedación terminal. Y existe la objeción de conciencia, el facultativo que no quiera, no lo hace".

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