El juez ha dejado en libertad y a la espera de juicio a un vecino de Coles imputado por los delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.
La Guardia Civil lo detuvo como presunto autor de un disparo en el cuello a Manuel P.S, de 39 años, natural de Cortegada, que el pasado domingo se presentaba herido en el centro de salud de Carballiño y que posteriormente era ingresado en el Centro Universitario Hospitalario de Ourense. Juan José G.C, de 33 años, reconoce que el pasado domingo forcejeó con un ladrón al que sorprendió en el interior del negocio de desguace y repuestos de coches de su padre, pero que no le disparó y que no tiene ninguna arma.
'De aquí se marchó intacto, sólo le pegue yo, pero con las manos, de hecho ni siquiera le quedaron marcas', apuntaba Manuel G.A, padre del imputado, por eso la sorpresa inicial por la detención del hijo ha dado paso a la indignación y a la impotencia 'de no poder ni tan siquiera defenderse de un ladrón dentro de nuestro propio negocio'. Asimismo, asegura que la Guardia Civil no encontró ningún arma durante el registro que realizó, 'porque nada había', matizó.
Tras el forcejeo inicial y los golpes que le propinó el propietario de este negocio de Coles, el ladrón rompió a llorar y a suplicarles que le dejaran: 'Nos dio pena, porque lloraba y decía que no tenía trabajo y que tampoco tenía para comer, así que le soltamos, entonces nos pidió dinero para un bocadillo y mi hijo le dio cinco euros, y lo dejamos marchar'.
La familia asegura que tienen un testigo que estaba en esos momentos con ellos y que puede relatar los hechos tal y como ocurrieron. Para empezar, señalan que el robo se producía a las 13,40 horas y que en el centro de salud fue atendido a las 17,00 horas, 'lo que hizo en todo ese tiempo no lo sabemos, pero si le hubiésemos disparado no tardaría tanto en ir al médico', puntualizan. El ladrón hizo un pequeño agujero en la puerta para acceder al interior del negocio. El ruido alertó a Juan José G.C, que lo sorprendió cuando ya había cogido 2.000 euros y el cambio. Después acudía el padre y el testigo, pero finalmente 'lo dejamos ir y no denunciamos porque habíamos recuperado el dinero, después supimos que tiene antecedentes por robo', señaló Manuel G.A, asegurando que toda la familia está muy disgustada.
'De aquí se marchó intacto, sólo le pegue yo, pero con las manos, de hecho ni siquiera le quedaron marcas', apuntaba Manuel G.A, padre del imputado, por eso la sorpresa inicial por la detención del hijo ha dado paso a la indignación y a la impotencia 'de no poder ni tan siquiera defenderse de un ladrón dentro de nuestro propio negocio'. Asimismo, asegura que la Guardia Civil no encontró ningún arma durante el registro que realizó, 'porque nada había', matizó.
Tras el forcejeo inicial y los golpes que le propinó el propietario de este negocio de Coles, el ladrón rompió a llorar y a suplicarles que le dejaran: 'Nos dio pena, porque lloraba y decía que no tenía trabajo y que tampoco tenía para comer, así que le soltamos, entonces nos pidió dinero para un bocadillo y mi hijo le dio cinco euros, y lo dejamos marchar'.
La familia asegura que tienen un testigo que estaba en esos momentos con ellos y que puede relatar los hechos tal y como ocurrieron. Para empezar, señalan que el robo se producía a las 13,40 horas y que en el centro de salud fue atendido a las 17,00 horas, 'lo que hizo en todo ese tiempo no lo sabemos, pero si le hubiésemos disparado no tardaría tanto en ir al médico', puntualizan. El ladrón hizo un pequeño agujero en la puerta para acceder al interior del negocio. El ruido alertó a Juan José G.C, que lo sorprendió cuando ya había cogido 2.000 euros y el cambio. Después acudía el padre y el testigo, pero finalmente 'lo dejamos ir y no denunciamos porque habíamos recuperado el dinero, después supimos que tiene antecedentes por robo', señaló Manuel G.A, asegurando que toda la familia está muy disgustada.
