Un libro compila la biografía de más de 80 emigrantes gallegos emprendedores

LR- ’La aventura de dar a conocer experiencias y hechos relevantes que de otra forma se perderían en las brumas del tiempo’. Así recoge el propio libro el significado de ’Gallegos emigrantes emprendedores en el mundo’, una selección de más de 80 perfiles biográficos de emigrantes, recogidas  en un libro por Serafín Portugal.


 El máximo responsable de los franciscanos, Xosé Rodríguez Carballo; los hermanos Vázquez Raña, Olegario Sotelo Blanco o José Velo son algunos de los más de 80 personajes que Serafín Portugal ha elegido como parte de sus ’Gallegos emigrantes emprendedores en el mundo’, su última aventura literaria, que ayer presentó en el Centro Cultural de la Diputación. Además de los perfiles biográficos de buena parte de los emigrantes más conocidos, el libro incluye también a los ’presidentes de las hermandades gallegas, los precedentes y los actuales’, explica el autor, quien, no obstante, reconoce que ’evidentemente, no están todos los que deberían estar, porque son millones’.

 El nexo de unión entre los personajes seleccionados va más  allá de su condición de emigrantes. ’Lo que tienen todos en común es que se caracterizan por su éxito, no sólo en el campo empresarial, sino también en la cultura, el arte, las ciencias... La cuestión no es triunfar sólo con dinero, sino también en  otros campos’, explica Serafín Portugal. Para el autor, el triunfo en el exterior marca la acogida que el emigrante tiene en la tierra que tuvo que dejar. ’La gente aquí recibe con aplauso, y no sé si con cariño, a los emigrantes que hicieron fortuna. En cambio, al desafortunado, casi se le ve con desprecio. Es por ello que los gallegos que van a otro país llevan el deseo de adquirir fortuna y, si no, prefieren no regresar’, apunta.

 Quizá por esas circunstancias, el autor tiene en el punto de mira de sus proyectos a los emigrantes a los que la fortuna les sonrió menos. Por ello, dedica un capítulo del libro a reflexionar sobre la idoneidad de crear una fundación a través de la que poner en marcha residencias para la tercera edad con apartamentos para evitar que haya retornados ’forzosos’ entre los emigrantes menos favorecidos. La aportación de las administraciones y también de los particulares, en la medida de lo que puedan, podría hacer realidad ese sueño.


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