Hasta 15 aeronaves y 13 brigadas, además de cuatro motobombas y tres palas, fueron necesarias para atajar las llamas que prendieron en la parroquia de Lucenza, en el municipio de Cualedro, a partir de las 16,27 horas de ayer.
La entidad del incendio obligó a la Consellería de Medio Rural a decretar como medida preventiva el nivel de alerta 1 (en una escala de 0-3 de gravedad) por el riesgo que entrañó para la población de A Saceda, ya que el fuego se situó a pocos metros de las puertas de las casas. Lo mismo había ocurrido en Lucenza, según precisó el alcalde de Cualedro, Luciano Rivero. El nivel 1 se establece para aquellos fuegos que estando bajo el control de los medios de extinción puedan por su evolución requerir de la puesta en práctica de medidas para la protección de las personas no relacionadas con la extinción y de los bienes distintos de los de naturaleza forestal que se puedan ver amenazados por el fuego.
El mandatario local, ya por la noche, confirmaba que las llamas estaban controladas, descartando ningún tipo de riesgo para los vecinos. La virulencia de las llamas, que engulleron rápidamente el matorral y árboles que fueron encontrando a su paso por los cuatro kilómetros que se separan Lucenza de A Saceda, hizo que hasta los bomberos de Verín fueran movilizados.
En las labores de extinción, un vehículo nodriza pesado, con 8.000 litros de agua, que subía a abastecer a los demás, sufrió un vuelco debido a la carga, sin que el conductor sufriera heridas de consideración.
En las labores de extinción no sólo tomó parte la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales de Laza, sino que también acudió la de Tabuyo del Monte, en León, para sumar un total de cuatro helicópteros, además del helicóptero bombardero desplazado desde la base de Ibias, en Asturias. Además, hubo sobre el aire tres aviones anfibios y tres de carga en tierra.
Según los datos provisionales facilitados por Medio Rural, la superficie calcinada rondaba las 75 hectáreas.
Mientras, la Xunta aún no daba ayer por extinguido el incendio de Santo Estevo de Ribas de Sil, en Nogueira, en el que ardieron otras 75 hectáreas entre el miércoles y el jueves.
El mandatario local, ya por la noche, confirmaba que las llamas estaban controladas, descartando ningún tipo de riesgo para los vecinos. La virulencia de las llamas, que engulleron rápidamente el matorral y árboles que fueron encontrando a su paso por los cuatro kilómetros que se separan Lucenza de A Saceda, hizo que hasta los bomberos de Verín fueran movilizados.
En las labores de extinción, un vehículo nodriza pesado, con 8.000 litros de agua, que subía a abastecer a los demás, sufrió un vuelco debido a la carga, sin que el conductor sufriera heridas de consideración.
En las labores de extinción no sólo tomó parte la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales de Laza, sino que también acudió la de Tabuyo del Monte, en León, para sumar un total de cuatro helicópteros, además del helicóptero bombardero desplazado desde la base de Ibias, en Asturias. Además, hubo sobre el aire tres aviones anfibios y tres de carga en tierra.
Según los datos provisionales facilitados por Medio Rural, la superficie calcinada rondaba las 75 hectáreas.
Mientras, la Xunta aún no daba ayer por extinguido el incendio de Santo Estevo de Ribas de Sil, en Nogueira, en el que ardieron otras 75 hectáreas entre el miércoles y el jueves.
