FESTIVAL PÓRTICO DO PARAÍSO

Los luthiers descubren en la ciudad los secretos del oficio

photo_camera Momento del concierto inaugural del Festival en la Catedral del grupo Diabolus in Musica. (MIGUEL ÁNGEL)

El Museo Municipal ofrece una exposición de instrumentos y una demostración de su trabajo. 

Existen oficios artesanales en los que es tan importante el alma como las manos, porque no se trata sólo de crear un objeto sino casi de insuflarle vida propia. Ese es el caso de los luthiers, esos artesanos artistas que, en sus talleres, se ocupan de crear cualquier instrumento musical de la familia del violín, manteniendo un contacto estrecho con el músico que lo tocará, para conocer cómo toca, qué busca, qué necesita. "Es casi como hacer una terapia conjunta", explica Fernando Sánchez, uno de los tres luthiers junto con José Catoria y Gonzalo Bayolo, que mostrarán en el Museo Municipal cómo es su trabajo, con la exposición "Os instrumentos de luthieres y arqueros", como una de las actividades paralelas del Festival Pórtico do Paraíso que comenzó ayer, con la actuación en la Catedral del grupo Diabolus in Musica.

La presentación de la muestra contó con unos espectadores especiales: alumnos de ESO del colegio Divino Maestro, quienes, una vez vencida la timidez inicial, se atrevieron a formular alguna pregunta y a ser guiados por uno de los luthier por parte de la exposición y parte de los secretos del oficio.

"¿Cuánto se tarda en fabricar un violín"?, fue una de las preguntas lanzadas casi en un susurro.

"Una media de 250 horas, aproximadamente un mes y medio si solo nos dedicáramos a crear el instrumento, que es lo que más nos gusta, pero en el taller también se hacen reparaciones e imprescindibles puestas a punto de los instrumentos", explicaron los tres expertos. "¿Cómo o dónde se aprende a ser luthier?" "Hay varios caminos: autodidacta, acudir a una escuela o aprender en un taller con un luthier. Cada uno de nosotros además representamos cada una de las opciones", subrayaron.

También explicaron cómo fabricaban el instrumento y trasmitieron la especial sensibilidad que manejan en el proceso: "Tomamos un bloque de madera macizo, preferentemente abeto o arce, por su calidad sonora; usamos unos cepillos de ebanistería minúsculos, se vacía por dentro...El proceso es largo y totalmente artesanal, la dificultad es llegar al encaje con el músico que lo va a usar".

Los estudiantes atendieron a las explicaciones con atención, y tal vez animen a otros compañeros a ver la exposición que permanecerá abierta hasta el 23 de marzo, y durante la cual los luthiers trabajarán en directo atendiendo las dudas de los visitantes y ofreciendo información sobre su especial oficio. 

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