Mal aliento, pero sonrisa perfecta

Los que se quedan lucen bella sonrisa No quedan oficinas bancarias, sobre todo en el rural, pero los ahorradores ourensanos les confían más dinero que nunca, 9.200 millones de euros. Se han pirado las eléctricas con sus oficinas de atención presencial y nos dejan los embalses vacíos. Las telefónicas se esconden detrás de la música de espera. Ni los bazares chinos son lo que eran, con ese olor a plástico recocido, sus estanterías abigarradas y sus leyendas sobre el origen de los vendedores y de la mercancía. Aquí solo abren clínicas dentales, el nuevo El Dorado de diseñadores y arquitectos, creando lugares tan funcionales que hasta prestaría no solo pagar al salir sino también por entrar. Los bancos ya dan pocos créditos para abrir una empresa, pero sí para que el niño enderece los piños con unos brackets invisibles. La salud bucodental ha hecho mucho por la salud y la estética. Nuestras sonrisas eran tibias, apenas perfiladas, como la de La Gioconda. Ahora es una gozada, todo el mundo se ríe a carcajadas para poder mostrar las muelas y dientes alineados y su papel de articular para medir la mordedura perfecta. Todo cambia para que todo siga en su sitio. Y el sitio de Ourense es el de los ciclos de FP por cubrir en sectores claves como la viticultura. Hoy los chavales prefieren ser creadores de videojuegos que gestores de un viñedo; ser pinchadiscos a enólogos. Estar en la brigada para apagar incendios que conocer los secretos de la madera para trabajarla. Crecen de forma exponencial las empresas con problemas para cubrir algunos puestos de trabajo porque la gente ni se forma para determinados empleos ni le peta bajar el lomo. Pero tienen la sonrisa perfecta para Instagram. Llega la feria del desiderátum Es posible que muchos de ellos esperen una oportunidad laboral en el futuro termal ourensano. Expourense se afana en la preparación de una nueva edición de Termatalia, la feria del desiderátum, que con toda ilusión organiza el equipo del recinto, ajeno a la postración de una actividad que sigue en mínimos. El evento ejercerá, una vez más, de pasarela teórica. Los años pasan, las ediciones se suceden y todo se queda en una gigantesca prédica. El miércoles el periódico publicaba la vergonzosa situación del recinto termal de A Chavasqueira, que pasó "de joya de la corona del turismo a zona de botellón por la noche y vertedero por las mañanas". La piscina de As Burgas sigue cerrada y la retahíla de proyectos de balnearios que se iban a construir se apila en los anaqueles de los despachos públicos al lado de pósteres de Baden-Baden y Karlovy Vary. Pero Ourense se lame las heridas con Termatalia, sin que la feria y sus organizadores tengan culpa de tener que promocionar un sector que, como tantos otros en la provincia, saca billete de ida. Pero a los nuestros les gusta ver y dejarse ver por las inauguraciones y lucir la sonrisa que les quedó una vez que el dentista le retiró los brackets. Destruir, el placer de la perversión También sonrió la representación institucional ourensana en el Congreso y el Senado al confirmar que la variante norte, una obra de hace un cuarto de siglo, puede empezar en esta glaciación. Enseñaron pronto el colmillo socialistas y populares para presumir o acusarse de algo referente al retraso de la circunvalación, palabra que rima con maceración, dado el tiempo de reposo. Construir también rima con destruir, aunque sea su antónimo. Lo primero exige proyecto, esfuerzo, dedicación y empeño; lo segundo, basta apetencia de daño o perversión. Hay cierto sadismo político cuando ya solo se alcanza el clímax echando abajo lo consolidado. No hay más que valorar el goteo de asuntos derribados o no construidos en la ciudad, que parece gobernada por un antojadizo comepiedras. Cierra la Oficina Municipal de Información al Consumidor lo mismo que pone sobre la mesa nuevos delirios para La Molinera o el Centro de Iniciativas Empresariais. Deja sin programación el auditorio, amputa el Museo Municipal, se carga el Festival de Cine como antes la Banda de Música. Corta al tráfico Concordia para que solo puedan pasar y aparcar mal dos Peugeot azules, tira abajo los bolardos para que reine la anarquía en la circulación del casco histórico. Nerón tocaba la lira mientras quemaba Roma, cuenta la leyenda. Calígula hizo cónsul a su caballo, Sancho Panza gobernó Barataria. Una risa todo. Eso sí, con los dientes limpios y alineados. AL PONER LA LUPA EN LA CABEZA HAY ESCONDITES Y TINIEBLAS "Los vecinos del número 34 de la calle Astureses de Carballiño, desde donde se precipitó una joven de 13 años a última hora de la tarde del jueves, no quieren hablar. La conmoción, pero algo menos silenciada, se extiende a toda la calle. Y a toda la villa". Así arranca la crónica de este periódico que refiere una agresión de un chico de trece años a una amiga de la misma edad. Del relato se desprende con el peso de un martillo el testimonio del presunto autor que quería saber qué se siente matando a otra persona. Tan entendible es la reacción furibunda para calificar esa macabra reflexión como aconsejable es esperar que todos los cabos estén atados para saber ante qué perfil mental estamos. Las reflexiones de los expertos, también incorporados a la información, desentrañan hasta qué punto la mente humana tiene escondites como tinieblas. Que el componente antisocial y elementos exógenos de la sociedad actual son como gasolina serían una razonable sospecha. EL PORTAFOTOS María Neira recibió esta semana el premio Ourensanía, la distinción que creó la Diputación para evidenciar que no se olvida de los suyos. Es la directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su nombre y actividad quedarían teñidos de gris científico si la pandemia no la hubiese obligado a explicar qué estaba pasando en un mundo que se creía invulnerable. Fue ahí cuando se hizo visible y cuando arañando en su biografía el apellido Neira delataba antepasados por esta esquina . "A donde vaya llevaré con orgullo las bondades de Ourense, a la que agradezco que me haya dado al mejor padre del mundo y que tendré siempre en el corazón", dijo la doctora cuando recibió el premio en un acto celebrado en Oviedo. María Neira es uno de los miles de ejemplos de que la vida es una siembra a voleo. La mano ourensana rotura la tierra, la abona con mimo y luego tira al aire la semilla, que cae caprichosa en cualquier parte del mundo. La cosecha se recoge fuera, en ocasiones se benefician otros de ella pero en el caso de la doctora Neira el fruto de la siembra alimenta sin mirar los límites de la finca. Ourense sigue recordándose de los suyos. Así se cierra el círculo de la nostalgia: cuando la presencia física del retorno es imposible, queda el consuelo del afecto en la distancia .