Presidente de la Academia de TV de las Ciencias

Manuel Campo Vidal: ‘Los españoles no sabemos comunicar’

Manuel Campo Vidal. (Foto: Archivo)
Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de Televisión de las Ciencias, hablará mañana de la importancia de la comunicación en el Foro La Región.
Acaba de publicar el libro ‘¿Por qué los españoles comunicamos tan mal?’. ¿En qué radica la importancia de la comunicación?

En el libro me pregunto por qué en un país tan brillante en disciplinas que van desde la Ingeniería a la Medicina, pasando por la Formación Profesional y otras áreas como el marketing no nos han enseñado bien la asignatura de la comunicación. Este es un déficit que tenemos, porque en el colegio nos sacaron poco a la pizarra, no nos han formado como emisores, sino como receptores. Como consecuencia, en las reuniones internacionales, los británicos, franceses y americanos se mueven con absoluta soltura y los españoles no. Es fundamental, por lo tanto, una buena comunicación para conseguir la máxima competitividad.

¿Cómo valora a los políticos españoles desde el punto de vista de la comunicación?

Hay algunos buenos comunicadores. Históricamente se dijo que Felipe González y Adolfo Suárez eran los mejores comunicadores de nuestra histórica política, pero hoy Mariano Rajoy es un buen parlamentario y José Luis Rodríguez Zapatero es muy fuerte en la comunicación no verbal (en presencia, gesto y simpatía). Hay otros buenos comunicadores como el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba y González Pons por el PP.

¿A quién suspendería?

A un grupo numeroso de personas que a pesar de su responsabilidad política no le han dado la importancia que tiene a la comunicación. Son docenas en distintos partidos.

¿Le gusta la televisión de hoy?

A pesar de todas las críticas, hay programas de calidad, pero escondidos en las parrillas a horas poco accesibles. Me pregunto por qué la serie ‘Mujeres’ se emitía en la 2 de TVE y no en la Primera. Hay programas de debate que se emiten en la madrugada. Si uno rebusca documentales, series de ficción, debates, hay programas de calidad. Tengo la secreta esperanza de que con más canales, como sucederá con la TDT, destaquen programas ahora relegados a la madrugada.

¿Qué es lo que jamás vería?

No veo aquellos programas que no respetan a las personas y alguno hay. También pasa en algún periódico y emisora de radio.

¿Qué opinión tiene de los informativos?

Han vivido un proceso de desnaturalización. Hay fragmentos de programa rosa, de sucesos y de segmentos interminables de espacios deportivos incrustados en los telediarios, aunque no en todas las cadenas. Antes en algunos informativos había columnistas y se separaba la información de la opinión, pero ahora en algunos casos hay una mezcla confusa.

¿Qué momento vive el periodismo actual?

Un momento bajo en la consideración social que se tiene del periodista, tal y como lo reflejan las encuestas. Me preocupa que en últimos años hayamos retrocedido muchos puntos, en algun caso ganado a pulso.

Usted moderó el primer debate electoral de la democracia hace casi 15 años y lo volvió a hacer 15 años después. ¿Cómo lo vivió?

Ha sido un desgraciado corte. Creo que unas elecciones con debate tienen más sentido y son más ricas. Comparando, la tensión entre González y Aznar era muy superior a la que aprecié entre Rajoy y Zapatero. Fue más cómodo el segundo debate, pero igual de emocionante que el primero. Espero que dentro de cuatro años se repita.

¿Le gustaría seguir ahí?

He demostrado que 15 años después yo seguía ahí, no me cansé de esperar. Es tan apasionado ese momento mágico del debate en sí como las dificultades de la negociación entre las televisiones y los partidos políticos y eso me apasionó.


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