El inculpado, acusado de estafar a los empresarios de O Couto, dice que ella trabajaba con él "en B"
La cantante Marta Sánchez fue contundente, aunque por momentos tuvo alguna que otra laguna de memoria que ella atribuyó a su apretada agenda de compromisos. Según dijo ayer en su declaración como testigo en un juicio seguido por estafa en el Penal 1 contra el mánager Jorge Luis Blanco Álvarez, en el año 2009 la única empresa que la representaba en exclusiva era Tiburón Entertaiment SL. Por tanto, negó que el inculpado y su empresa, Doble Blanco Creaciones e Inversiones SL, la representaran cuando negoció un concierto de la artista con motivo de una gala del Centro Comercial Aberto Couto Centro para enero de 2010.
Eso sí, Marta Sánchez sí conocía al inculpado, con quien, según ella, tuvo "una escueta relación", porque una amiga se lo presentó "para utilizar sus vestidos de noche en eventos para lucirlos en photocall de prensa y alfombras rojas". Para la cantante, esta claro lo que sucedió: "Vendió un concierto mío por debajo de la mesa para cobrar de los empresarios de Ourense", dijo ayer en la vista oral.
El colectivo empresarial, que está personado en la causa como acusación particular, llegó a pagar el inculpado 4.002 euros, el 30% del caché, cuando firmó el contrato. El concierto nunca se celebró y la asociación no recuperó su dinero. Según Blanco Álvarez, por la cláusula penal que pretende aplicar el colectivo que preside Julio Prol, quien también testificó ayer, por la rescisión del contrato.
Por su parte, el inculpado dijo ser mánager de la cantante pero, según su versión, trabajaba "a escondidas". "Todos los trabajos que yo hacía con Marta eran sin contrato y ella cobraba en B para que no se enterasen en Tiburón de que hacía eso conmigo porque la meterían en un lío", remarcó, para añadir que la asistenta personal de la cantante, trabajadora de Tiburón "también sabía de esos trabajos" (el acusado ayer aportó un mail en el que esta última y él hablan de un evento en Ourense) .
Jorge Luis Blanco declaró que trabajó con ella "en inauguración de ferias, portadas de revistas y conciertos". Añadió que el concierto en Ourense tuvo que suspenderse por "un cabreo monumental" de la cantante por una portada en la revista Estilísimo que él le negoció "y que salió antes de lo que ella quería", tres meses antes del concierto.
