Los médicos especialistas del Complexo Hospitalario de Ourense, que se reunieron ayer en una nueva asamblea, en este caso centrada en la preparación de la huelga de la próxima semana, volvieron a alertar del deterioro de la sanidad pública debido a los recortes y expresaron su rechazo a las palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que responsabilizó a un urólogo del CHUO de los problemas de salud que tuvo un menor tras ser trasladado a Vigo para una operación de torsión testicular.
Ocurrió cuando la dirección del Complexo, que encabeza la gerente, Eloína Núñez, ordenó el traslado sistemático de niños al Hospital Xeral de Vigo, al quedarse el servicio de cirugía pediátrica sin profesionales para atender los casos urgentes.
Los facultativos, que mantendrán nuevas asambleas los jueves para dejar patente su preocupación por los problemas que la gestión del Sergas genera en los distintos servicios hospitalarios, mostraron un apoyo explícito, a petición de uno de los profesionales presentes en la reunión, al urólogo 'que atendió al menor de Cea que le fue encomendado, en las horas que aconsejan los protocolos', según Alberto Escobar, miembro del sindicato médico Omega, pero que tuvo que remitirlo a Vigo, dijo, 'por órdenes de la dirección'.
'Estamos muy preocupados por los recortes, por el deterioro de la sanidad pública y por el estatuto marco que nos regula', precisó tras la asamblea Cándido Andión, responsable de la Confederación de sindicatos médicos (Cesm) en Galicia. Porque, temen, se pretende, entre otras razones, 'laboralizar' al personal para que se pueda externalizar la gestión de servicios sanitarios.
La huelga convocada, que será los próximos lunes y martes, es considerada por la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, como un paro con 'trasfondo político'. Lo dijo en Lugo, ciudad a la que se desplazó ayer y donde hay también una fuerte movilización ciudadana para que se dote de contenido el nuevo hospital construido en esa capital y que aún no tiene medicina nuclear o radioterapia y donde los pacientes de hemodinámica serán atendidos en una área compartida con Santiago similar a la de cirugía pediátrica de Ourense, adscrita a Vigo.
Los facultativos, que mantendrán nuevas asambleas los jueves para dejar patente su preocupación por los problemas que la gestión del Sergas genera en los distintos servicios hospitalarios, mostraron un apoyo explícito, a petición de uno de los profesionales presentes en la reunión, al urólogo 'que atendió al menor de Cea que le fue encomendado, en las horas que aconsejan los protocolos', según Alberto Escobar, miembro del sindicato médico Omega, pero que tuvo que remitirlo a Vigo, dijo, 'por órdenes de la dirección'.
'Estamos muy preocupados por los recortes, por el deterioro de la sanidad pública y por el estatuto marco que nos regula', precisó tras la asamblea Cándido Andión, responsable de la Confederación de sindicatos médicos (Cesm) en Galicia. Porque, temen, se pretende, entre otras razones, 'laboralizar' al personal para que se pueda externalizar la gestión de servicios sanitarios.
La huelga convocada, que será los próximos lunes y martes, es considerada por la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, como un paro con 'trasfondo político'. Lo dijo en Lugo, ciudad a la que se desplazó ayer y donde hay también una fuerte movilización ciudadana para que se dote de contenido el nuevo hospital construido en esa capital y que aún no tiene medicina nuclear o radioterapia y donde los pacientes de hemodinámica serán atendidos en una área compartida con Santiago similar a la de cirugía pediátrica de Ourense, adscrita a Vigo.
