DISMINUIR LAS AGRESIONES

Los médicos urgen una mayor seguridad ante las agresiones

photo_camera José Luis Jiménez y José Nivardo Cid, al fondo, en la sede del Colegio de Médicos. (MIGUEL ÁNGEL)

En Ourense se produjeron cinco ataques contra médicos y ocho contra personal no facultativo.

Con motivo de la conmemoración del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, el Colegio Oficial de Médicos de Ourense presentó un informe anual en el que se ha registrado un total de cinco agresiones sufridas por médicos ourensanos durante el año 2013, todas ellas correspondientes a profesionales de atención primaria y denunciadas por estos.

Esta cifra, correspondiente a los datos recogidos por el propio Colegio Médico, procede del sistema de asesoramiento jurídico que el propio órgano colegial ofrece a sus socios, por lo que, tal y como explicaron el vicepresidente del Colegio, José Luis Jiménez, y el asesor jurídico del colectivo, José Nivardo Cid, este número es mucho mayor si se tienen en cuenta las denuncias presentadas a través del protocolo establecido por el Sergas y aquellos casos que no terminan en denuncia.

Los datos que maneja la Consellería de Sanidade reflejan que la mayoría de estas agresiones afectan a personal no facultativo -enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores- y que predomina la agresión verbal por encima de la física. En concreto, en el caso de Ourense, el Sergas ha registrado ocho casos en los que sí se produjo violencia física contra el personal sanitario, de los que uno de ellos provocó la baja laboral del trabajador agredido.

Desde el Colegio de Médicos, José Luis Jiménez insistió en la necesidad de que los responsables de Sanidade planteen la puesta en marcha de "mejoras estructurales que también serían útiles para disminuir las posibilidades de agresión" en centros de salud de la ciudad, que "están planificadas, pero todavía no están en funcionamiento".

Asimismo, los médicos reclaman que las agresiones al personal sanitario sean tipificadas dentro de la categoría de delitos contra la autoridad, poniendo como principal argumento que, desde que comenzaron a registrarse estas agresiones, en 2010, sólo se han reconocido como delito 39 de las 109 sentencias emitidas a nivel nacional.

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