REPORTAJE

La mejor terapia: estar aquí y ahora

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photo_camera Sesión grupal en el Parque Barbaña durante el Día Internacional del Yoga, el pasado in de semana.

El día a día nos envuelve en una sinuosa espiral que termina por agobiarnos. Esta semana conoceremos en "Callejeando" cómo distintas técnicas nos ayudan a lidiar con ello, enfatizando un consejo: centrarse en el presente

Lejos de la bulliciosa ciudad cepillando los caballos, abrazado por el verde, la montaña, el viento en la cara y el trinar de los pájaros, todo fluye de un modo distinto. Sumergidos en la reverberación de los cuencos tibetanos, o sincronizados con la vibración de los diapasones terapéuticos, el agobio de los cotidiano se diluye. Por último, toda nuestra fisiología agradece la movilidad dirigida que las clases de yoga nos sugiere, un abanico de movimientos, posturas y respiración que hacen emerger una energía latente en nuestros cuerpos. Terapia asistida con caballos, con Kike en A Chaira de Amoroz, Celanova; terapias sonoras con cuencos tibetanos y diapasones de la mano de Alberto; o bien sesiones de yoga junto a María, Luz, o Parvati, son, respectivamente, las paradas que el programa "Callejeando" de Tele miño visita en su viaje semanal, esta vez en la procura de la autoconsciencia y la mejora personal.

Vibraciones que curan

Con mucha calma, Alberto exhibe ante nosotros su poderío vibracional: cuencos tibetanos y diapasones terapéuticos. El hipnótico sonido que emana de sus herramientas de trabajo encuentra difícil acomodo entre estos renglones: se encuentra mas a gusto envolviendo a los presentes en la sala, y haciendo vibrar todos sus huesos en una cadencia que no entiende de palabras porque se construye a base de susurros.

Alberto desarrolla terapia de sonido con cuencos, una técnica que se emplea para relajar y ayudar a rebajar la velocidad que imprime el día a día en nuestros cuerpos "Emiten un sonido que es muy penetrante en el cuerpo y los utilizamos para relajarnos."

Las posibilidades pasan por escuchar e, incluso, sentir propiamente: "Se puede hacer una sesión escuchándolos, y los podemos poner sobre el cuerpo y hacer una especie de masaje vibracional."

Flexibilidad milenaria

Para Luz, profesora de yoga en el Centro Mandala, la procura de un fin último no implica la existencia de un solo camino, y cada quien recorre el suyo en su búsqueda.

"Yoga significa unión; cuerpo, mente y alma se configure como un ser íntegro, porque a veces estamos muy desconectados." En yoga se busca la comunión de todos estos elementos para centrar el ser.

María, también profesora, comparte esta visión holística: "Es un camino de cuidar tu cuerpo, tu mente; relajar, limpiar tu mente y luego, si quieres, tratar la parte espiritual."

maria_resultMaría Nóvoa
La Casa del Elefante

María trazó su camino desde Francia, pasando por el país vasco, y encontró en Ourense un apropiado punto de llegada doce años atrás.

Para María el yoga no debería ser visto como una terapia: "Yo siempre digo, que venir a yoga no es ir al médico, aunque sana. Es mas bien una filosofía, una técnica, más que una terapia, aunque también sirve como terapia." Puntualiza eso sí, en las bondades tanto físicas como espirituales para quien realiza su práctica, pero "sin ninguna connotación religiosa, por supuesto."

Alberto Cremades
Centro Mandala

albert_resultAlberto ha realizado un viaje por un camino sonoro: se comienza por el mundo de la música y la pedagogía, y se acaba sincronizado a sus vibraciones.

Despliega sus instrumentos de trabajo: cuencos tibetanos, y diapasones terapéuticos con los que aborda habitualmente sus sesiones. "Emiten un sonido que es muy penetrante en el cuerpo y los usamos para relajarnos. Se puede hacer una sesión escuchándolos, y los podemos poner sobre el cuerpo y hacer una especie de masaje vibracional."

kike_resultKike Moreiras
A Chaira de Amoroz

Cerca de Celanova, existe otro lugar donde el mundo se llama, y se transforma, en A Chaira de Amoroz. Desde allí, Kike lleva a cabo su particular proyecto de terapias asistidas con animales, en su caso caballos y burros. Zapato, Turco o Caramelo, son los singulares nombres de sus asistentes equinos.

"Empleamos técnicas para, de un modo inconsciente, para trabajar el autocontrol, autoestima, perder los miedos, o trabajar la constancia, algo fundamental en personas que tienen cualquier tipo de discapacidad."

Ver acciones que curan

En su propio oasis en Celanova, Kike se ha entregado a ayudar a los demás a partir de la nobleza que exhiben y transmiten los caballos. Terapia con animales, con caballos en su caso, y que, a juzgar por el entusiasmo del grupo de la mancomunidad que le visita, surte en el espíritu el mismo efecto que un prisma: a partir de la luz blanca se pueden ver colores, salvo que en su caso hablamos de personas que superan miedos y son capaces de centrarse en la vivencia del momento actual.

A partir de una relajación inicial, en la cual la persona se aproxima al animal, lo toca, lo abraza y lo cepilla, se pasa a una dinámica más en profundidad: monta sin silla, para una mayor compenetración, y más adelante monta con silla; así como otros ejercicios de control e interacción con los animales, actividades todas que fomentan la concentración en lo presente, constancia y coherencia, y que persiguen que la persona gane confianza y seguridad en sí misma.

El leitmotiv es la apropiación de sensaciones cotidianas de las cuales no nos hacemos conscientes, una filosofía imprescindible "La gente lo que aprende es a disfrutar de las cosas sencillas; a pararte y estar. Eso es muy terapéutico."

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