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Ocho mil ourensanos sufren alguna enfermedad mental

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photo_camera Peregrinos con enfermedad mental haciendo el camino.

Morea asegura que "hay que añadir los no diagnosticados y los que no han pedido ayuda"

Ourense cuenta con un censo de más de 8.000 personas discapacitadas por enfermedad mental, cifra que, según María Ángeles Fernández, presidenta de la Asociación de Familiares y personas con Enfermedad Mental de Ourense (Morea), es "seguramente mucho mayor, porque hay que sumar las personas que aún no están diagnosticadas y las que no han solicitado ningún tipo de ayuda, y por lo tanto no constan en las estadísticas de la Xunta".


Ayer se celebró el Día Mundial de la Salud Mental bajo el lema elegido para esta ocasión "Ponte en mi lugar. Conecta conmigo", un día que como subrayó María Angeles Fernández, "para nosotros es como siempre, un día en el que pedimos por la integración social de las personas con enfermedad mental". 


La crisis económica les afecto en una doble vertiente: "Por un lado, vimos como los recursos de los que disponíamos sufrían un bajón, y tuvimos que anular algunos programas y dejar de hacer cosas que estábamos haciendo, pero esta situación, afortunadamente, ya está remontando. Por otro lado, está el tema de la integración laboral, que está siendo muy complicado, tal y como está la situación para todo el mundo, para las personas con enfermedad mental aún es más complicado.

Pero seguiremos luchando por ello, porque es algo primordial", asegura. Los últimos datos ofrecidos por la Consellería de Traballo señalaban que en marzo de 2014, la provincia tenía registradas a 5.300 personas con certificado de minusvalía por enfermedad mental . También se destacaba que, de las personas con enfermedad mental en los servicios de atención, menos del 7% participan en un Plan Individualizado de Atención, y sólo el 8,2% participan activamente en su tratamiento. 


María Ángeles Fernández destaca que las patologías más deteriorantes son "la esquizofrenia y la psicosis, otros diagnósticos son más llevaderos porque no deterioran tanto". En cuanto a la aceptación social de las enfermedades mentales, la presidenta de Morea, destaca que "vemos que cada día se va aceptando un poco mejor, que los ourensanos conocen más las enfermedades, aunque aún queda mucho por hacer".
Estas opiniones están, además,  basadas en datos, ya que Morea lleva realizando desde el año 2009 entre los ourensanos una encuesta para conocer qué idea tienen acerca de estas patologías.


Así, se desprende que un 65% de los encuestados opina que las personas con esquizofrenia son impredecibles, algo que desde la asociación desmienten, afirmando que "sólo cuando la persona no toma ninguna medicación pueden aparecer, a veces, reacciones imprevisibles. En caso de seguir correctamente su tratamiento farmacológico, estas reacciones desaparecen. Otra de las opiniones arraigadas, en concreto en un 48% de los encuestados, es que las personas con esquizofrenia son violentas. Morea también lo desmiente con datos: según los estudios realizados, sólo el 3% tiene reacciones violentas, que se reducen prácticamente en su totalidad cuando siguen correctamente su tratamiento farmacológico. Aún queda mucho por avanzar. 

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