El Plan Xeral de 2003, anulado por el Supremo, clasificó suelo para construir 50.000 viviendas. En sus ocho años de vigencia se construyeron menos de 6.000 y la ordenación provisional aprobada por la Xunta prevé 3.900. Estas cifras dan una idea de la cantidad de suelo residencial, de carácter privado, que ha quedado bloqueado con la anulación definitiva del planeamiento aprobado por Manuel Cabezas.
En estos casos, además, hay que añadir que el futuro Plan de Urbanismo establece previsiones de suelo necesarias para una demanda residencial calculada entre 13.000 y 17.000 nuevos residentes, por lo que serán más de 20.000 las viviendas contempladas en 2003 que quedan fuera definitivamente.
Esta situación, unida a la inclusión de ámbitos privados en la ordenación provisional, hace prever al gobierno municipal que en los próximos meses se recibirán numerosos recursos contra el documento.
Esta situación, unida a la inclusión de ámbitos privados en la ordenación provisional, hace prever al gobierno municipal que en los próximos meses se recibirán numerosos recursos contra el documento.
