La normalidad reinó ayer en el parque de Montealegre, que tras un año volvió a abrir sus puertas para mostrar una amplia variedad de especies autóctonas a los visitantes.Y abrió con discreción, sin la presencia, al menos anunciada, de algún cargo público.
En la mañana de ayer, ya recibió la visita de un grupo de estudiantes del ciclo de Jardinería, procedentes de O Barco de Valdeorras, a los que uno de los técnicos del jardín explicó las características del recinto, cuyo futuro uso está todavía por concretar y consensuar entre la Corporación, sobre todo por la diferencia de criterio entre la concejala de Medio Ambiente, Marta Arribas, que quiere un parque forestal, y el alcalde, Francisco Rodríguez, partidario de un jardín botánico.
Inaugurado en junio de 2011 y cerrado en septiembre de ese mismo año, las puertas han quedado abiertas con una valoración 'positiva' para los encargados de su mantenimiento, puesto que la 'tranquilidade' ha sido la tónica dominante.
Tras un año en desuso, el vandalismo se había apoderado de algunos puntos concretos de Montealegre. Parte del mobiliario urbano era foco de pintadas y desperfectos. Con el sistema de cámaras dotado de conexión directa con la Policía Local -la seguridad era uno de los problemas esgrimidos para retrasar la apertura-, Medio Ambiente espera suavizar este aspecto, aunque, según confiesa Marta Arribas, 'o problema das pintadas vaino haber sempre, igual que acontece no resto da cidade'. Así, la primera jornada de esta segunda etapa del parque de Montealegre atrajo también a paseantes que acudieron a cuentagotas para curiosear las instalaciones, que tan en boca de todos los colores políticos de la ciudad han estado en los últimos tiempos.
Inaugurado en junio de 2011 y cerrado en septiembre de ese mismo año, las puertas han quedado abiertas con una valoración 'positiva' para los encargados de su mantenimiento, puesto que la 'tranquilidade' ha sido la tónica dominante.
Tras un año en desuso, el vandalismo se había apoderado de algunos puntos concretos de Montealegre. Parte del mobiliario urbano era foco de pintadas y desperfectos. Con el sistema de cámaras dotado de conexión directa con la Policía Local -la seguridad era uno de los problemas esgrimidos para retrasar la apertura-, Medio Ambiente espera suavizar este aspecto, aunque, según confiesa Marta Arribas, 'o problema das pintadas vaino haber sempre, igual que acontece no resto da cidade'. Así, la primera jornada de esta segunda etapa del parque de Montealegre atrajo también a paseantes que acudieron a cuentagotas para curiosear las instalaciones, que tan en boca de todos los colores políticos de la ciudad han estado en los últimos tiempos.
