La mujer rusa que iba a ser expulsada de España por orden judicial -al estar en situación irregular en el país y estar imputada en un caso de simulación de delito- podría quedarse de momento en Ourense.
La mujer, Vera Rogozina, de 52 años de edad, es vecina de la ciudad, donde trabaja y tiene pareja estable de origen ourensano desde hace más de tres años; había sido detenida por los servicios policiales de Extranjería y pasó la noche del martes en los calabozos de la Comisaría de As Lagoas, hasta que ayer por la mañana fue puesta en libertad, con la condición de que debe comparecer en las instalaciones policiales cada 15 días, hasta que se resuelva definitivamente su situación.
La mujer fue detectada en la ciudad de As Burgas y detenida, en virtud de la orden de expulsión que dictó el juez donde había comparecido tras denunciar una violación que no pudo demostrar. En cambio, el magistrado la imputó, con orden de expulsión, por simulación de delito.
Estos días, la Fundación Aspacia pidió la intervención del Defensor del Pueblo, que ordenó la paralización de los trámites de expulsión, de ahí la puesta en libertad de la mujer, ordenada el martes por la tarde. Por ello también, se indaga ahora por qué permaneció toda la noche en el calabozo de Comisaría pese a que la orden de libertad se produjo ese mismo día. La Fundación Aspacia, de apoyo a mujeres inmigrantes víctimas de agresión sexual, explicó que la prioridad era 'paralizar una orden de expulsión que no tuvo en cuenta que está imputada y pendiente de juicio por una denuncia policial por posible simulación de delito'.
En ese sentido, centró sus indagaciones y las de su abogada en Ourense, Yolanda Ferreira, en 'devolver sus derechos a la víctima de violación a punta de pistola, por dos hombres en un monte de la ciudad de Ourense, que denunció y tuvo que ver como se archivaba su denuncia'. Porque asegura que forenses y agentes respaldaron la denuncia de violación, pese a lo cual el juez dictaminó el sobreseimiento provisional de la denuncia y después tramitó una nueva denuncia por posible simulación de delito.
La mujer fue detectada en la ciudad de As Burgas y detenida, en virtud de la orden de expulsión que dictó el juez donde había comparecido tras denunciar una violación que no pudo demostrar. En cambio, el magistrado la imputó, con orden de expulsión, por simulación de delito.
Estos días, la Fundación Aspacia pidió la intervención del Defensor del Pueblo, que ordenó la paralización de los trámites de expulsión, de ahí la puesta en libertad de la mujer, ordenada el martes por la tarde. Por ello también, se indaga ahora por qué permaneció toda la noche en el calabozo de Comisaría pese a que la orden de libertad se produjo ese mismo día. La Fundación Aspacia, de apoyo a mujeres inmigrantes víctimas de agresión sexual, explicó que la prioridad era 'paralizar una orden de expulsión que no tuvo en cuenta que está imputada y pendiente de juicio por una denuncia policial por posible simulación de delito'.
En ese sentido, centró sus indagaciones y las de su abogada en Ourense, Yolanda Ferreira, en 'devolver sus derechos a la víctima de violación a punta de pistola, por dos hombres en un monte de la ciudad de Ourense, que denunció y tuvo que ver como se archivaba su denuncia'. Porque asegura que forenses y agentes respaldaron la denuncia de violación, pese a lo cual el juez dictaminó el sobreseimiento provisional de la denuncia y después tramitó una nueva denuncia por posible simulación de delito.
