Ramón Fernández, sospechoso del asesinato de una joven brasileña, se exculpa por carta a La Región

‘Yo no maté a Socorro, fue...’

La joven María del Socorro Dasilva.
Ramón Fernández Álvarez, vecino de Riobóo (Cenlle), actualmente en prisión preventiva como supuesto autor de la muerte de una mujer brasileña, acaba de escribir La Región para reiterar su inocencia y cargar la responsabilidad a su vecino Antonio Macías García. A la espera de un cotejo de ADN, éste puede ser crucial.
Antes o después, en todo vecindario saltan chispas. Las razones pueden ser varias: ruidos a deshora, malos olores,... un asesinato. Ramón Fernández, de Riobóo (Cenlle), fue detenido el 25 de febrero y confesó haber matado a María do Socorro de Oliveira, prostituta brasileña de la que había demandado un servicio días antes. Dentro de la cárcel, con las incomodidades asociadas, sus muros, cambió de opinión y bajó el asesinato de su espalda para cargarlo sobre los hombros de Antonio Macías, vecino de 70 años, con casa también en Riobóo. Lo había pensado mejor. Ahora sostenía que la relación sexual, con resultado de muerte, la mantuvo Antonio. En la paz de la celda, sin el estrés de los juzgados, la Guardia Civil o las esposas, puso en claro la nueva versión y se la hizo llegar a la jueza. Ésta reaccionó enseguida: registraron la casa de Antonio Macías, le tomaron muestras de ADN, y quedó imputado pero en libertad. Si bien la noche en el calabozo no se la quitó nadie.

Ahora, Ramón Fernández se ha dirigido por carta, desde la cárcel, a La Región. Se reitera en su tercera versión. Porque primero confesó que la mató ‘como a un conejo’, de un golpe en la nuca. Luego -cuando se hallaron orificios de bala-, que la mató con una escopeta porque le requirió 400 euros y lo amenazó con irle con el cuento a su esposa. El análisis del semen descubierto en el ano y la vagina de la mujer, cruzado con el ADN de Ramón y Antonio, quizá pronto aclare todo.

LA CARTA


Queridos amigos de La Región. Saben el infortunio que me ha jugado la vida, pero yo no maté a María del Socorro, fue mi vecino Antonio Macías García. Me ha arruinado la vida. Llevaba 22 años casado con una mujer maravillosa y con un hijo de 22 años, un chico ejemplar, y los he perdido, y es lo que más me duele. Sólo me apoyan mis hermanos y unas primas.

Este vecino es mala persona (....). Yo nunca había tenido problemas en la vida. Él me amenazó que mataría a mi mujer y a mi hijo si decía algo de él a la Policía. Folló a la chica a la fuerza, sin condón y después como tenía miedo a que le denunciara fue cuando le pegó dos tiros. Espero que la prueba de ADN salga bien para que él pague por todo lo que ha hecho. Se lo pido todos los días a Dios y a la Virgen del Socorro. Menos mal que aquí todos los funcionarios me tratan muy bien, dándome ánimo ya que en estos momentos más difíciles de mi vida se agradece. Por eso me siento orgulloso de ser español y gallego. Nunca pensé en mi vida que puediera estar en una prisión, pero las malas compañías me han arruinado la vida.

Pereiro de Aguiar, 4 de julio de 2009.


Ramón Fernández Álvarez.



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